𝐓𝐄𝐍𝐒𝐈𝐎́𝐍 ー hyunin.

⌗𝗰𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟯𝟵 ❜

Siguió un vaivén de arriba-abajo, poniendo sus manos en los pectorales de Hyunjin, intentando buscar apoyo. Este último también había comenzado a mover su cadera para entrar más profundo en el castaño.

Después de varios minutos disfrutando el cuerpo del contrario, algo simplemente se desconectó en su racionalidad.

Sus cuerpos actuaron con locura, sus partes salvajes tenían el poder ahora sobre sus cuerpos.

Hyunjin había cambiado la posición y había puesto a un Jeongin contra el colchón. Este último se estaba apoyando en sus rodillas para que su culo quedara alzado ante la vista del lujurioso alfa y la otra parte superior de su cuerpo estaba apoyado en la cama.

Sus pezones sensibles rozaban con las sábanas y él había parado de gemir para empezar a gritar pidiendo por más rudeza que el alfa HyunJin estaba decidido a darle todo lo que el omega pedía. 

Con besos salvajes que lograron hacer sangrar ambos pares de labios, empezó a moverse.

La brusquedad de los movimientos era demasiado, los cuerpos de ambos chocaban con fuerza. Las nalgas de Jeongin y parte de los muslos de Hyunjin habían tomado un color rojizo gracias a lo bruscos que estaban haciendo.

Entonces pasó, Hyunjin se inclinó y mordió la espalda del omega, gruñó al intentar morder el cuello, siendo impedido por el collarín.

Jeongin ante eso, soltó un quejido, ya que queria sentir la mordida del alfa en su cuello, marcándolo.

Con desespero, buscó el broche del collarín para quitarlo con rapidez.

— Por favor, Alfa, márcame. Te necesito, por favor. — pidió entre gemidos y jadeos el sumiso omega, mostrando su rojizo cuello que quería ser marcado.

Hyunjin inclinó nuevamente su cuerpo hacia adelante, aún penetrando sin piedad su cuerpo y pasó su lengua por sus dientes.

— Te deseo de igual manera, Omega.

Al terminar de decir eso, pasó un par de veces su lengua por el cuello sensible y terminó encajando con fiareza sus dientes en él, causando un excitante dolor en el omega.

Ambos llegaron al clímax, al mismo tiempo de que la mordida sucedía y el lazo se formaba.

Hyunjin anudó y Jeongin gritó de dolor.

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357 palabras.
— Nanay.