Violada por el nerd/TERMINADA✔

Capitulo 20: Nuestro final😱

Siiii Siiii
Ya tenemos catorce mil
lecturas, muchas gracias 🙈
■■■

Lucia POV:

—¡Eres un bastardo! —grito furiosa, seguramente se aprovecho de mí, siento rabia y ganas de llorar.

—¿Por qué tan violenta? —dice juguetón acariciando, levanto mis pies intentando tirarle patadas.

—¡No te me acerques más, enfermo! —grito para aullentarlo aunque sé que será imposible.

—No te toque aún, estás drogada todavía, y yo quiero que sientas todo, absolutamente todo —dijo sobre la cama a pocos centímetros de mi rostro.

—Antes muerta, ¿me oíste? —dije desafiante con un nudo en la garganta.

—Claro que te oí, solo que preferiría oír gemidos de esa boquita —dice intentando tocar mi cara pero le saco la cara.

Este suelta una risa burlona y se levanta, antes de irse me recorre con esa mirada tan sádica, eso hace que se me estruja el estómago.

(...)

No sé cuanto tiempo había pasado exactamente pero ese infeliz regresó, tenía una lata de cerveza.

—¿Estás lista? —preguntó ese imbécil recostado desde el marco de la puerta.

—¡Estoy lista para defenderme con uñas y dientes! —levanto la voz y lo miro con odio.

—Mm me gusta Lucia —se termina su cerveza de un trago y deja la lata sobre el mueble.

Camina hasta la cama dónde me tiene sujeta de pies y manos, primero me desata los pies, acto seguido libera mis manos. Ese asqueroso tira los pedazos de soga al suelo y intenta controlarme de los brazos, logró empujarlo y dar un salto de la cama, caigo de rodillas al suelo. Él se levanta y viene hacía mí, yo logro correr al pequeño baño y me encierro. Estaba con el corazón agitado, parecía que se me iba a salir del pecho, aterrorizada, esa era la palabra. Aferrada del lavadero y rezándole a Dios que no entrará, pues estaba pechando la puerta.

—¡No creas que te vas a salir con la tuya! ¡Maldita prostituta! —grita enfurecido.

Por un momento cesan los topasos a la puerta, era obvio, fue por una llave o algo para abrirla. Observo todo a mi alrededor con desesperación, en busca de algo sólido, duro, algo con que pegarle cuando entre aquí, tengo que escapar, sana y salva. Un ruido me saca de eje cuando me doy cuenta cuando le estaba sacando llave. Lágrimas caen de mis ojos, la angustia me nubla, logro agarrar el secador de piso, el cual cuenta con un palo de escoba, me muevo con velos a una esquina para prepararme y darle con esto a ese depravado, ya no soy una niña de quince años, ya no. La puerta es abierta de una patada, este al verme suelta una fuerte carcajada.

—¿Qué pretendes hacer con ese palo? —sonríe con cinismo.

—Acércate y juro que te rompo la cabeza con este palo —le advierto.

—Será mejor que te rindas, sino quieres que te trate peor que la vez pasada —dijo sin rodeos acercándose despacio.

—¿Rendirme? Eso nunca maldito perro.

—Tú serás mi perra —se lanza sobre mí y yo le pongo tres golpes en el lomo con el palo. Se cae al suelo de rodillas, adolorido —¡Maldita desgraciada!