५🖋Camino por las calles que alguna vez fueron nuestras e intento no recordarte. No recordarme. No recordarnos.
Pero es inútil.
Cada hoja de los tulipanes me recuerda a ti y a tus heridas sin nombre, a tus risas y a tu encanto enorme. Cada calle que camino me recuerda a nuestro (mi) amor. Cada faro de luz me recuerda a ti.
Y camino más rápido.
Siento entonces que nuestros recuerdos me persiguen y se adhieren a mi piel, justo como esos tatuajes que alguna vez me prometiste que nos haríamos juntas. Junto con todas esas letras que escribirías en tu piel y todos esos trazos con los que marcaríamos nuestro querer.
Me los arranco del cuerpo, pero se aferran a mis sueños, a mi vida, a mi piel. Y ahora no solo los tengo adheridos a mi físico sino que escucho tu voz en un susurro del amanecer.
«Je t'aime», como solías hablar francés dispuesta a mí y a mi amor que no paraba de crecer. Pero el tuyo cedía con cada lágrima de rabia que compartías con los demás y no me decías: me mentías a la cara. Ya no me amas.
Y es aquí cuando comienzo a correr.
Porque ya no susurras un agridulce "te amo" en francés, sino que me gritas que me odias y te cansaste de mi asfixiante querer. Cómo quisiera que las voces volvieran a veces, pues así podría recordarme que eso es lo que piensas de mí cuando te burlas con placer.
Corro y me asfixio.
El oxígeno no me llega a los pulmones porque te he visto al final de la avenida vacía, en donde todos las voces comenzaron a desaparecer. Ahora veo mil rostros pero en todos estás tú y tu sonrisa de burla y me tienes a tu merced. Así como solía ser.
Entonces me acerco a ti y corres, como siempre. Como estás acostumbrada a hacer.
Te persigo de nuevo. Al final, ¿qué más puedo hacer? Si me tienes atada a ti y a tu cruz de perder. Me tienes adherida a tu piel.
Y por el camino que me guías, me encuentro de nuevo con las canciones que escuchábamos esos jueves cuando nos hacíamos de amor. Me encuentro, sin más, con los trozos de papel que alguna vez me regalaste y esos chocolates que me diste para disculparte.
Veo entonces tu rostro en todas partes.
Pero todo esto pasa dentro de mi cabeza porque de mi mundo ya no formas parte. O ya no quiero que formes parte.
Pero en días donde tu olor me roba el oxígeno, tus labios me aceleran el pulso y tus ojos me derriten el corazón, me pregunto entonces si te extraño o si extraño la compañía que me hacías.
«¿Te asusta?».
«No quiero estar sola».
Tal vez extraño escribir buenas letras sobre alguien que pudiera leerlas y sentirlas tanto como yo. Tal vez extraño amar(te). Tal vez extraño a quien era yo.
Tal vez extraño morir por amor.
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I just want somebody to die for.
Esto como algo rápido que me acaba de salir pq apenas puedo andar en el celular un rato. Aviso también que si alguien lee "Donde Pertenecemos" de aquí, no actualizaré tan pronto como esperaba porque tengo COVID y pues, puedo escribir poco o nada de narrativa justo ahora.
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Cartas para ti • 20 one shots | 20 songs
PoesiaRelatos cortos sobre canciones que no escribí.