Secretos Oscuros en Isolated Town

† Capítulo 19 †

Maeve Andrews

Seguía en la cocina fregando los utensilios usados del almuerzo, ya casi iban a ser las 2 pm, la hora de la práctica del equipo de instrumentos.

Ya me había perdido la clase anterior, no iba a seguir perdiendo más, terminé de hacer la limpieza, me seque las manos y quite mi delantal, estaba dirigiéndome hacia la habitación que me había mostrado el padre Ethan cuando una de las hermanas mandonas me detuvo.

― ¿A dónde crees que vas? ― preguntó con un tono amargo.

― A ensayar con el equipo de instrumentos― respondí.

Ella rió fuertemente.

― No te creo nada, sólo son excusas para irte de la cocina.

― No señora, le estoy diciendo la verdad.

― Te recuerdo que estas castigada― se acercó a una de las bajas alacenas y paso un dedo por ella― esta cocina sigue estando sucia― dijo restregando el supuesto polvo que había tomado en sus dedos― así que no te iras de aquí hasta que esta cocina no tenga ni un mínimo sucio.

― Me parece que eso no se podrá― emitió el padre Ethan desde el marco de la puerta de la cocina.

Se encontraba apoyado en el mencionado umbral.

― Pa-padre Ethan― habló hecha un manojo de nervios la hermana, dándole una enorme reverencia, como si aquel hombre fuera un rey monarca.

Yo también lo saludé, pero con un pequeño asentimiento.

El estado autoritario de la hermana cambió a un estado sumiso, el padre Ethan y los demás superiores eran muy respetado por todos y creo que también eran temidos a según note la transición de aquella hermana.

― Ella tiene que irse a su respectivo ensayo en este instante― me temo que tendrá que hacer ese trabajo usted, hermana Olivia― ordenó con un carácter demandador.

Ambos teníamos nuestras miradas fijas en ella esperando respuesta alguna la cuál asintió unos cortos segundos después.

― Andando Maeve― me moví de inmediato.

Salimos de la cocina y nos encaminamos hacia la habitación donde estaban todos los instrumentos.

― Me preguntaba porque no habías asistido a la clase anterior, pero ya veo el motivo― amputó el silencio.

― Lo siento, debí informarle pero...

―No hace falta que me lo expliques.

Apreté mis labios.

― Démonos prisa, los niños esperan ansiosos por ti.

Entramos a la habitación central donde se encontraban las otras hermanas y monjes en sus ensayos, sus miradas cayeron inmediatamente en nosotros, el padre los saludo y entramos a la otra habitación, los niños se encontraban en silencio sentados, al vernos se pusieron de pie de inmediato e hicieron lo mismo que anteriormente, y se colocaron en una fila horizontal.

― Hola― alabe a todos.

Ellos me respondieron unánimemente.

― Niños tomen sus correspondientes himnarios por favor. Maeve tu sígueme― nos coordinó el padre Ethan a todos.

El me guió a unos de los grandes pianos de cuerdas, levantó la tapa y sacó unas notas del ya mencionado instrumento para entregármela.

"Ofrenda de amor" era el tema.