Estoy en casa

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En el instante en que Noelle sale de la chimenea su madre se abalanza sobre ella apretándola fuertemente sobre su cuerpo en un abrazo que la toma por sorpresa

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En el instante en que Noelle sale de la chimenea su madre se abalanza sobre ella apretándola fuertemente sobre su cuerpo en un abrazo que la toma por sorpresa. Desde el instante en que ella empezó a rechazarla su madre le había dado su espacio a pesar de que siempre estuvo con los brazos abiertos para ella y recibir múltiples desplantes por su parte nunca la forzó a recibir muestras de cariño de su parte. Así que al sentirla tan cerca por primera vez en años, al sentir su calor y como de inmediato ella recuerda a la perfección su perfume esa parte de ella que ha sanado después de meses de terapia, esa niña que todavía es y añora a su mamá por minutos devuelve ese abrazo, se aferra a la persona que más quiso en algún momento.

"Es el lugar más seguro y cálido del mundo"

Así que eso sentían sus amigas al ser abrazadas por sus madres. La sensación le era extraña, prácticamente la había olvidado por completo y le era tan parecida y distinta la que sentía cuando su padre o sus tías la acurrucaban. Se sentía segura, tranquila y muy...querida.

De inmediato todo lo que ha guardado por años, el recuerdo de las palabras dichas por su madre, el cómo hubiera preferido no tener a sus hijos, como su vida sería maravillosa sin ellos.

—¡SUÉLTAME! —exclama prácticamente empujándola lejos de ella y huiría si no fuera porque rápidamente Alex toma su mano evitándolo.

—Noe.

—¡No me digas así, solo las personas que me quieren me dicen así! —dice sintiendo como sus ojos se llenan de lágrimas lo que la frustra mucho, ella no es débil, no es así, no pierde los estribos porque eso significaba que esas personas tenían poder sobre ti y ella se había prometido quitarle ese poder a su madre. — Tú no me quieres, nunca me has querido ni a mí, ni a mis hermanos y puedo jurar que ni siquiera quieres a papá.

—Cariño —le dice la voz de su padre tomándola por los hombros en un intento de calmarla.

—Papi —dice al verlo tan preocupado. —Yo...yo...lo siento, siento tanto todo esto.

—Noe —le dice con su siempre tan amable y dulce tono antes de inclinarse para acariciarle el cabello con cariño. —Ha sido un día muy intenso, pero necesito que te calmes ya que hay cosas que debemos hablar contigo y tus hermanos, ¿puedes hacer eso?

Se había sentido lista mientras estaba en el parque con Alex y aun así... ¿de verdad era capaz de procesar todo? El solo sentir a su madre cerca le había provocado perder los estribos no quería imaginarse cómo iba a actuar al saber la verdad y aun así, tal vez quitarse ese peso que nunca había sido suyo era lo que necesitaba, no lo que quería, pero sí lo que necesitaba.

—Sí, puedo hacerlo.

—Esa es mi niña —le dice dándole un beso en la frente antes de mirar a Alex que todavía sujeta su mano. —Gracias por encontrarla y traerla a casa Alex.

Historias y aventuras de una nueva generación IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora