7-CUENTO

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La comida termino y los reyes parecían casi satisfechos a excepción de Zeno sama que quedo satisfecho con su postre, la noche llego mas rápido de lo usual o así fue como lo sintió el ángel que se seguía preguntando cuales eran esos castigos que asían llorar a sus compañeros, no les pregunto nada por que considero que hubiera sido mucho mas imprudente el preguntar eso

-  Tree guíalos a sus habitaciones -ordeno Yiqie con una sonrisa algo forzada- y hazlo rápido que tengo que "hablar" contigo -se escucho bastante molesto

Dai se daba una idea de porque pues durante un buen tiempo en la comida se quejaba por que su comida estaba un poco salada, el ángel de colonia puso una mirada de preocupación ante las palabras de su señor pero solo se limitó a asentir con la cabeza para después hacer una señal para que lo siguieran, guio a todos a sus habitaciones siendo los últimos Zeno sama y Dai

- bueno ustedes dormirán aquí, descansen -hizo una reverencia para después retirarse

Dai y Zeno sama entraron, el rey del todo vio como su ángel estaba pensativo así que decidió preguntar sin pensar si era prudente o no

- ¿ocurrió algo en el multiverso? -pregunto sentándose en la cama esperando a que su sacerdote hiciera aparecer las cosas para dormir

- no señor -contestó algo serio haciendo aparecer su báculo y sacar la maleta

- ¿entonces en que piensas? -pregunto con mucho interés

Dai penso un poco en si era correcto mencionarle su duda, tal ves solo estaba dando demasiada importancia a ese asunto pero de verdad quería aclarar eso

- bueno, cundo fuimos a hacer la comida uno de los ángeles comenzó a llorar desesperado por no tener los ingredientes necesarios para la comida de su señor -comenzó a explicarle sacando la pijama de Zeno sama de la maleta

- ¿y que con eso?-pregunto aun mas interesado y confundido a la ves- estoy seguro que lo ayudaste ¿verdad?

- si lo ayude pero menciono algo sobre un castigo que su amo le daría por no cumplir con la comida - puso la pijama en la cama para que Zeno se la pusiera- y bueno me preguntaba ¿que castigo podría ser tan terrible para hacer llorar un ángel? -pregunto tratando de encontrar la respuesta en si mismo

Zeno sama al escuchar eso no sabia que contestar, el sabia cuales eran los castigos para los Daishinkan nunca castigo a Dai por que no era innecesario y por que repudiaba dichos castigos, le parecían aberrantes

- ¿sabes que son realmente los Daishinkan? -pregunto con un tono serio

- si -contesto acercándose a su señor

- ¿as oído sobre las violaciones? -pregunto inseguro de su pregunta no le gustaba esa palabra y menos si salia de su boca

- si -volvió a contestar un poco confundido no entendía a que quería llegar su señor con esas preguntas

- esos son los castigos para los Daishinkan claro yo estoy en contra de eso, los fuerzan a un acto sexual muy violento que los hace sangrar o en el peor de los casos llega a matarlos -su mirada se ensombrecido recordando la primera y ultima ves que castigo a uno de sus sacerdotes un recuerdo muy amargo para el

Dai se sorprendió no esperaba tal respuesta, pocas cosas llegaban a sorprenderlo pero eso fue inesperado en especial por que su tío nunca le dijo nada por el estilo

- ya veo no pensé que esos reyes fuesen tan terribles -comentó sorprendido y un poco asqueado

Desde otro cuarto se podían escuchar los gritos de uno de los ángeles eran gritos de dolor combinados con jadeos ademas de suplicas que rogaban por piedad, Dai se estremeció esos ruidos le eran familiares y no tardo en saber por que, bien sabia como escuchaba cuando abusaban de alguien, dio un paso atrás sin una verdadera intensión pero su señor pensó que se iría por lo que lo tomo del brazo

- no se te ocurra ir Dai, no podemos hacer nada -hablo apretando un poco su agarre

-no planeaba ir mi señor - entendió de inmediato que le estaban ordenando quedarse ahí- me quedare con usted

Los dos decidieron ignorar aquellos ruidos, Zeno sama se puso su pijama y se acostó, Dai lo arropo y saco uno de los libros infantiles fingiendo que ignoraba esos ruidos que le traían malos recuerdos

- ¿cual es ese? -pregunto el rey del todo mirando el libro

- es un cuento del universo 2 llamado "EL AMOR DE UNA MOSCA" es un título muy extraño -opino sonriendo ignorando todo a su alrededor

- se escucha como una historia cursi -opino mirando a su sacerdote

- ¿quiere que cambie de libro?-pregunto también mirándolo

- no ese esta bien, dame tu mano -le ordeno con una mirada tierna que ocultaba preocupación

Dai le sonrió y tomo la mano de su señor para que estuviera tranquilo, sabia que esos ruidos asustaban a su señor

- comenzare a leer -apretó un poco la mano de su señor-

"Una pequeña mosca tan pequeña que nadie podía verla, volaba por los alrededores de un jardín cuando vio a una hermosa figura dentro de una casa, una mujer bien vestida con piel pálida como la nieve y rojos labios cual rubí, la mosca maravillada por la belleza de aquella mujer iba a verla siempre que podía, la amaba pero no podían estar juntos pues lo único que los separaba era una pared transparente, un día la mosca pudo atravesar esa pared pero grande fue su sorpresa al ver que su amada era una muñeca de porcelana carente de vida, la mosca se sintió destrozada y cuando trato de volver a los verdes campos un gran peso termino con su vida pintando el hermoso paisaje verde de negro"

Dai termino de leer algo confundido por la historia, no comprendía y dudaba que ese libro que tenia mas dibujos que palabras fuera para niños, llegó a la conclusión de que ese relato lo escribió un enfermo, pareciese no tener un tema en mente para tratar, solo era la historia de una mosca enamorada de una figura de porcelana para al final morir, decido dejar de pensar en eso, al ver a su señor ya dormido salio de la habitación directo a la cocina pues era un lugar donde podía pensar claramente sin molestar a su señor.

SIEMPRE A SU LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora