—¡Jajajaja! Tonta, eres la única chica que conozco que aun trae una mochila de princesas en la secundaria— Se rieron de mi..
—Pe-pero.. yo..— No podía hablar, estaba llorando mucho.
—¡Oigan déjenla!— Esa voz..— ¿Y qué si trae mochila de princesas? Ustedes ni siquiera saben que ella viene de una familia pobre, y que no tienen dinero para pagar una mochila nueva, ¡Discúlpense con ella!
—Lo.. lo sentimos— Todos se fueron corriendo.
—¿Oye estás bien?— Dijo mientras secaba mis lágrimas— Tranquila no te volverán a molestar...
—Gra-gracias Alex, te debó mucho— Dije nerviosa.
—No, tranquila Erika, si-si quieres te pu-puedo acompañar a tu-tu casa para que no te vuelvan a molestar— Al parecer mas nervioso que yo.
—¡Claro!— Sonreí.
Y así.. nuestra amistad fue creciendo, eramos pequeños niños de séptimo grado, pero juntos eramos muy grandes. Crecimos juntos y fuimos cambiando, y nuestros pequeños sentimientos se agrandarón, pero cuando el me dio esa noticia, se me partió el corazón en millones de pedazos.
—¡No te vayas!— Le tomaba de su camisa con mis manos.
—Erika, no me quiero ir, pero tengo que hacerlo, es lo mejor para mi futuro— Bajo la cabeza y empezó a marcharse.
—Pe-pero yo, ¡Te amo!— Se lo confesé, se iba y no me importaba su respuesta. El paró y vino corriendo hacia, no, no, no, tengo miedo, yo...
—¡Yo más!— Y me sello su amor, con un dulce beso, nuestro primer beso.
—Alex...— Lo abracé.
—Adiós... Erika— Se separó de mi y se fue sin nada mas que decir.
Y ese día fue el peor/mejor de mi vida, ¿Extraño cierto? Pero sí...
~Cuatro años más tarde~ ~Narra la escritora~
Erika creció y ya estaba en la preparatoria, bueno, en su último año, ella ya era toda una mujer de 17 años, cambió mucha con la pérdida de Alex, ya no era amable, sencible y lloricona, era como... una muchacha amargada, no tenía muchos amigos, ni tampoco le agradaban todos, pero.. la vida es así, ¿no?, un día eres la mejor persona del mundo y luego eres un alien de cuatro ojos que quiere destruir la humanidad, jejeje, ¡La escritora no es buena narrando! ¿Sí? ¡No me juzguen! ¡Soy un simple ser humano!, bueno, ¿En dónde ibamos? ¡Así en la historia de Erika y Alex!. Ok, Erika ya estaba en su salón, acomodando todo para la salida de campamento de fin de año, (así y me olvide de decirles que ella era la representante de su salón y que era la organizadora principal del viaje), wow yo ni siquiera hago la tarea de la escuela. ¡Pero sigamos!
—¡Sí todo listo! ahora solo solo falta esperar, hasta el viaje— Dijo ella aliviada.
—Encargada, ¿terminó todo?— Preguntó un profesor.
—Pues claro— Dijo sarcásticamente.
—No hace falta contestar así... Ya puede irse Robins y acuerdese que...
—Si que debo contar a todos los alumnos que vayan, si, si— Se burló.
—No... Usted se va encargar de otra escuela también— Cruzó los brazos— Se lo mande a decir a su asistente.
—Ajj, esa torpe Evelyn— Dijo entre dientes.
—¿Qué dijo?— Se intrigó el profesor.
—Nada, preguntaba si.. ¿Alguien me va a ayudar?— Disimuló.
—Claro, el encargado de la otra escuela y sus asistentes.
—Bueno, adiós.
—¡Robins! ¡No sé lo olvide!— Gritó su profesor, mientras que Erika se iba caminando dandolo sin importancia— Esa niña... no tiene solución, raro, antes era muy buena.
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Todo empezó cuando...
RandomYo no lo entendí, soy una persona madura, seria, anti-social, odiada y aun no tengo la mas mínima idea por que yo... me enamore de ti. Todo empezó cuando.. .—¡Jajajaja! Tonta, eres la única chica que conozco que aun trae una mochila de princesas en...