8-¿POR QUE LE SIRVES?

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Dai revisaba algunos documentos desde su báculo que estuviera lejos no era razón para no trabajar en especial cuando su reino aun se estaba acostumbrando a el, es cucho el ruido de la puerta abriéndose dirigiendo la mirada hacia la puerta donde los demás ángeles entraron cargando a Tree el cual tenia una aspecto deplorable, su parte baja estaba cubierta de sangre y de otros fluidos, Dai se sorprendió y dejo su báculo de lado para poder acercarse

-¿que paso?- pregunto rápido aun  que ya sabia la respuesta pero quería pensar que había pasado algo mas

- lo castigaron al parecer cometió un error -hablo el ángel de colmena, sin soltar a su compañero que estaba perdiendo mucha sangre

-si no hacemos algo morirá -hablo el ángel de mariposa llorando por la posible muerte de su compañero- dijeron que lo trajéramos aquí y que lo curáramos pero no sabemos como

Dai examino con la mirada a Tree notando que seguía respirado, nunca se preocupo por ayudar a aun moribundo pero pensó que le convendría el mantenerlo vivo

- ya veo-hablo para después ir por su báculo y apuntar a Tree, lo curo de inmediato al mismo tiempo que lo limpio dejándolo mas presentable- ya esta, ahora esta desmayado pero cuando despierte sera como si nunca lo hubieran lastimado me asegure de no dejar cicatrizases -explico rápido

los dos ángeles vieron algo asombrados a Dai, lo que hizo era aun mas inusual, Tree comenzó a despertar por lo que lo sentaron en una silla desviando su atención de Dai

- Tree ¿te sientes bien?- preguntaron al mismo tiempo preocupados

- si eso creo -hablo viendo a todos lados- ¿que hacen despiertos? pensé que todos dormían -respiro profundamente

- a nosotros nos despertaron para que te curáramos y a Daiyamondo no se-hablo el de colmena volteando a ver al ángel del multiverso uno que se mostro tranquilo en esa situación

- yo no necesito dormir además tengo trabajo que hacer -explicó un poco cansado por la situación pensar en esos castigos le daban un poco de miedo pues el creía capaz de todo a su señor

- ¿curarme de que? no tengo heridas -se miro a si mismo confundido

- Daiyamondo te curo con su bastón -le explicó Diamant sonriendo aliviado de que su compañero este bien

- solo díganme Dai -les pido amablemente, para el ya era costumbre pedir que le dijeran Dai

- gracias Dai -hablo Tree cerrando los ojos

- no hay de que - volvió a sentarse para comenzar a revisar los documentos en su báculo de nuevo

Todos lo observaron un momento con curiosidad por lo que hacia

-¿que haces?- pregunto Daiamondeu

- reviso algunos documentos -respondió para después ver que ya había terminado- al parecer hoy no hubo tanto trabajo como otras veces -comento para si mismo- o Kaiju no a revisado el desempeño de los dioses como le dije -murmuro

- oye ¿por que le sirves a Zeno sama? tengo entendido que ser su sacerdote significa cuidarlo y aguantar sus berrinches- hablo el de alas coloridas solo para sacar un tema de conversación

- ¿por que?-comenzó a pensar- por que ese siempre fue mi destino ademas no me molesta me parece tierno como hace sus berrinches -explicó recordando todo lo que vivió durante su niñez y adolescencia

- seras el único al que le pase eso-opino el ángel de colmena

- lo dudo bastante -hablo en vos baja recordando lo que su tío dijo en alguna ocasión

- entonces ¿no decidiste volverte sacerdote?  -pregunto Tree algo decaído- no tuviste opción

- claro que no, normalmente el segundo del rey es quien se vuelve sacerdote pero en mi caso me eligieron - recordó lo que le habían dicho que la razón por la que lo eligieron era por su peculiaridad- aun así estoy conforme con mi trabajo

- ya veo, al menos tienen suerte Zeno sama no es alguien morboso o eso parece -hablo el de piel amarilla- en cambio a nosotros todo el tiempo nos castiga por cosas irrelevantes

Dai escuchaba con atención no podía creer lo que esos ángeles decían, ahora se sentía un poco afortunado de que Zeno sama sea su señor y no uno de esos reyes que siempre son adultos, no se sentía totalmente afortunado por la razón de que aunque Zeno sama no era morboso en el sentido que ellos pensaban lo cierto es que era trabajo peligro pues cualquier berrinche significa la muerte segura.

SIEMPRE A SU LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora