La sensación de angustia Parte 1

18 5 2
                                    

El terrible dolor que habitó en tu corazón tuvo sólo una oportunidad de ser libre, y tú se la negaste, a pesar de saber que lo merecía; Ya resignado a vivir en cautiverio por un instante, se armo de valor para darte una última oportunidad, y así detener el inminente destino que te esperaba.

 Te miró directo a los ojos, penetrando en la profundidad de tu alma y cobardemente, no fuiste capaz de a sincerar el reflejo de tu alma, girabas tu cabeza hacia otras direcciones, buscando no se que cosa, distrayéndote a propósito en cosas tan irrelevantes. Pero siempre evitando a toda costa la realidad de tu vida en aquel momento, no fuiste capaz de perdonar, no supiste como hacerlo, y en tu patética defensa alegarás que nadie te enseño el valor del perdón, patrañas, el perdón no se enseña, el perdón sólo se aprende, se siente y se hace necesidad. 

Así que ya sin ninguna opción y temiendo las consecuencias de aquel arranque infantil. Se impregno en ti, para después dar paso a una metamorfosis cruel, dolorosa en su nueva evolución, al poco tiempo, el dolor pronto se convirtió en rencor, en mutismo, en secreto, hasta ser uno mismo.

La sensación de angustia de un remordimiento arraigado dentro de tu alma se convierte en el silencio mas doloroso.

Al fin a llegado el fatídico día, no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue. Ahora cuando no puedes hacer ya nada, de pronto sientes la necesidad de expresarlo, y al fin lo ventilas, y es cuando se manifiesta atreves de tus lágrimas descendiendo sin vergüenza a toda prisa, trazando libremente camino entre tus mejillas, hasta perderse en la comisura de tus labios, ahogando un grito desgarrador y desesperado en la suavidad de tu almohada, en la oscuridad de tu habitación y en la memoria de tu recuerdo.

Continuarás hipando y sollozando, dejándolas brotar de aquellas cuencas llenas de tristeza, saboreando al fin, el fino elixir de un liquido salado, de un dolor expresado y de una aparente paz adquirida, esperarás que con esto logres dejar atrás tu pesar, tu remordimiento, sin esas fuertes celdas que lo aprisionaban, que lo mantuvieron cautivo por mucho tiempo, retenido con una gran cadena de amargura llamada orgullo y con un cruel celador siempre vigilante de nombre vergüenza.

Podrás respirar entonces, el sutil rastro de aquel embriagador olor que deja a su paso, el dolor más nítido, la sensación brutal que te dejo tus acciones del pasado y el más desgarrador recuerdo de lo que pudo haber sido, aquella simple palabra que lograste mantener como tu prisionera en el fondo de tu corazón bajo mil cerraduras impenetrables. 


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La consecuencia de tus decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora