¡Deja a mi hermano!

Capitulo uno: Polizón

Hace exactamente un año Ford y su hermano comenzaron su viaje. En tan poco tiempo habían viajado a muchos lugares, tenido tantas aventuras y descubierto tesoros y secretos desconocidos.

Sin embargo, Ford comenzó a sentirse extraño. No extraño en el sentido de que se sintiera físicamente mal. Sino que le parecía tan extraño el hecho de poder volver a viajar junto a Stanley quien siempre sonreía y hacia bromas como si el tiempo no hubiera pasado y apenas fueran unos jovencitos queriendo ir en su barco a descubrir el mundo. Eso aun que le resultaba encantador algunas veces lo hacía deprimirse. Ambos se habían disculpado por sus errores y ahora estaban viajando. Aun así, algunas veces Ford se ponía triste y nostálgico, recordando el pasado y como le había dado tantas veces la espalda a su hermano gemelo. Y aunque ahora estaban recuperando el tiempo perdido eso no significaba que tenían tiempo infinito. Por esos motivos siempre trataba de hacer lo que pudiera junto a su hermano, podía parecer un poco empalagoso, pero perdió casi cuarenta años de vida sin poder estar junto a la persona que más quería en el universo. De ninguna manera iba a desperdiciar el tiempo ahora.

Los gemelos estaban en un borde del barco. Las aguas estaban tranquilas y el día era agradable con una buena temperatura. Por supuesto Stan aprovecho eso para poder pescar, tenía muchos antojos de una buena trucha cocinada con limones. Ford no era muy fan de esas cosas así que se limitaba a estar en una silla a su lado mirando algunos mapas y cada tanto haciendo algunas anotaciones en una libreta que cargaba encima. Ambos charlaban y reían recordando cosas del pasado.

- Y entonces acabe metido dentro del baúl de un auto durante algunas horas hasta que pude salir rodando – Stan relataba alegre y aun que Ford reía un poco por las ocurrencias de su hermano también le preocupaba todas las cosas por las que había pasado.

- Bueno, al parecer no te perdiste de nada Stanley, yo estuve peleando con alienígenas en diferentes dimensiones, pero claro, tu estuviste en un baúl como esas películas de terror – rio un poco, bromeando a lo que Stan también rio y le dio un pequeño codazo tratando de no mover la caña de pescar.

- ¡Oye yo viví muchas cosas! Incluso una vez estuve casado – La sonrisa de Ford se esfumo al escuchar la palabra "casado". Su hermano era de un temperamento fuerte pero también era atractivo antes e incluso ahora, solo que nunca se le cruzo por la mente que se fuera a casar. Cuando Stan noto que su hermano lo miraba con algo de incredibilidad el enseguida respondió - ¡Es verdad! Bueno...no es que durara mucho tiempo en realidad. Ambos éramos jóvenes y hacíamos tonterías. Ahora que lo pienso creo que el divorcio duro más que el matrimonio – Dijo lo último para tratar de hacer una broma – Pero no te pongas celoso seis dedos. Tu eres mi favorito ahora – cuando dijo lo último le guiño un ojo de forma coqueta, claro que todo se trataba solo de una pequeña broma, pero Ford si se sonrojo un poco.

-Pues descuida Stanley, solo me costaba creer que alguien con una actitud como la tuya se casara, pero si te creo cuando dices que el divorcio duro más que el matrimonio – ambos rieron un rato y al final quedaron en silencio. Había algo que Ford nunca le admitiría a su hermano, desde hace muchos años, incluso antes de separarse, siempre había sentido algo por él, algo más personal e íntimo que lo que se siente por un hermano. Claro que nunca se lo diría, era algo muy privado que había decidido guardar dentro de el desde que noto que su hermano en la adolescencia y con grandes músculos comenzó a tener citas con varias chicas.

Ford nunca había sido alguien que se interesara por mujeres o hombres. Todos solían tratarlo igual, como un monstruo por sus dedos adicionales. Claro que tuvo algunos amigos durante sus años de universidad y luego por su amigo Fiddleford se enteró que algunas chicas y chicos le habían coqueteado o se habían insinuado, cosa que el de lentes nunca noto porque generalmente tenía la cabeza metida entre un libro. En un punto el creyó al analizarse a si mismo que era asexual por su falta de interés.