Capítulo 8: Celo Parte 3

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Para Kageyama era normal despertarse cuando su calor subía. Lo que no espero, era tener a dos de los alfas de su manada, ya a su lado, expandiendo sus aromas a su alrededor para tratar de ayudarlo.

Sin dudas, Kageyama se sintió a salvo, al poder olfatear en el aire, el aroma a nuez moscada de Nishinoya, y el aroma a pimientos de Tanaka. Calmándose, a pesar de los calambres que le estaban molestando, ronroneo un poco.

-Alfas... -Murmuro, intentando levantarse, solo para que dos brazos lo sentaran en el regazo de alguien, a quien identifico enseguida como Tanaka.

-Nuestro hermoso omega despertó. -Escucho la voz de su sempai desde su espalda.

- ¿Cómo te sientes, Tobio? ¿Te arde mucho el estómago? -Nishinoya, se sentó frente a su omega.

-Arde bastante. -Kageyama asintió, antes de que los labios de su libero chocaran contra los suyos.

Nishinoya y Tanaka, no fueron como Suga y Asahi. Sus sempais de tercer año habían sido delicados, aunque también algo juguetones al hacerle decir lo que quería, en cambio, sus sempais de segundo año, eran algo agresivos, no es que él se quejara, y mucho más perceptivos. Nishinoya sabia exactamente donde tocar, para distraer a Kageyama del ardor y los calambres, y Tanaka, en lugar de hablar mucho como hacia siempre, estaba concentrado en hacer que su omega se sintiera bien.

Los dos alfas de segundo año, mantuvieron todo el tiempo a su kohai entre ellos, dejándole chupetones morados por todas partes, y haciéndolo gemir todo lo que podían. Cuando ambos notaron que Kageyama necesitaba sus nudos, lo prepararon, eh igual que, Suga y Asahi, empujaron sus miembros juntos.

Con ellos, Kageyama eyaculo dos veces, antes de caer rendido, entre los dos alfas, que al anudarlo, lo marcaron, Nishinoya en el otro lado de su cadera, donde no estaba la marca de Suga; y Tanaka en el hombro.

Recostándose de lado en la cama, ambos alfas le presentaron sus ante brazos a su omega, puesto que era el lugar donde querían que los marcara. Kageyama lo hizo inmediatamente, y luego de eso, volvió a dormirse, ronroneando para agradecer a ambos segundos años.

Nishinoya y Tanaka no pudieron estar más felices, al recibir la marca de su omega y escucharlo ronronear para ellos. Ambos pusieron sus brazos alrededor de su cintura, y se durmieron, con una sonrisa en la cara.

La siguiente vez que Kageyama se despertó, estaba recostado de lado, con su cabeza en el pecho de Tanaka, y tenia a Nishinoya apoyado contra su espalda. Su calor había bajado de nuevo, y tenia mucha sed, sus dos sempais lo habían hecho gritar lo suficiente para que su garganta pidiera clemencia.

Tratando de no despertar a los chicos a sus lados, Kageyama intento levantarse, sin embargo, apenas se movió, Nishinoya se despertó.

-Tobio, ¿estás bien? -Pregunto, mirando a su omega de arriba abajo.

-Estoy bien, pero necesito algo de agua. -Kageyama respondió con la voz destrozada.

Nishinoya asintió, y dejando acostado a su omega contra el pecho de Tanaka, salió del nido. Si hay algo que a él no le importaba, era que alguien de su manada lo viera desnudo, bajo las escaleras hacia la cocina como si nada, frente a las miradas consternadas de Daichi y Suga, que le dijeron inmediatamente que se pusiera algo encima.

-Primero le llevare algo para tomar a mi omega y después me visto. -Respondió él seriamente.

Tomo la primera botella de agua de la cocina, y unos muffins que Yamaguchi había preparado el día anterior, y volvió a subir al cuarto, ante las miradas sorprendidas de Hinata y Narita que acababan de salir de sus habitaciones.

Nuestro OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora