Mi Paraíso✧

❝Ⓒⓤⓐⓣⓡⓞ❞

Holland;
No iba a aceptar, pero tampoco me podia cerrar tanto en mí, era solo un almuerzo. Y... ademas, Sarah parecia una buena persona.
Bajé y cerré el auto. Al entrar me encontré con una adorable perrita que me saltaba en busca de amor...
- Se llama Azulejo, parece que le caiste bien.- dice Sarah con una sonrisa.- no es así con todos.
- ¡Es muy hermosa!. - digo acariciandola.
Sigo observando la casa, me encuentro con que tiene muchos libros, pilas y pilas de ellos desperdigados en toda la habitación, *leerá mucho* pienso.
En eso Sarah me interrumpe mostrandome que había colgado el cuadro en el comedor, le daba otra vibra más linda al ambiente, me puso feliz saber que el cuadro que tanta satisfacción me habia dado, estaba en buenas manos...
- Quedó perfecto. - le digo y sonrio.
- Eso es gracias a tu talento. - me devuelve la sonrisa y agrega. - ¿Está bien comer fideos con crema y un poco de cebolla, ají y morrón picado?.
- ¡Perfecto tambien!.
- ¡Bien!, si queres sentate en el sillón, sentite como en casa.

── ✧ ──

Sarah;
Hacía mucho que no tenía a quien cocinarle, eso me alegró y me motivó a que lo hiciera con ganas.
- ¡ya está lista!. - dije acercando los platos a la mesa.
Noté que Holland estaba dormida, así que aproveché para acomodar mejor la mesa, agarré vasos, servilletas de papel, vino blanco y tinto y un poco de agua, no conocía sus gustos así que preferí darle a que eligiera.
Luego de estar sentada por unos 5 minutos sin saber que hacer, decidí despertarla...
Me acerqué despacio, sigilosamente;
- ¡hey! Holland... la comida esta lista. - le dije en susurros.
- huy, sí, me dormí - me dice estirandose.
Le sonreí, me pareció muy tierna verla de esa forma.
Nos sentamos y empezamos a comer...
- Está delicioso.
- ¡Gracias!.
Al terminar empezamos a contarnos sobre nosotras;
- Bueno, empiezo yo... mi sueño siempre fue ser escritora, pero supongo que entendes cuando te digo que mi familia me decía que eso no era un trabajo y cuando se enteraron de que era lesbiana, todo empeoró... ya tenía 18 años, no tenía dinero pero sí un sueño, así que me fui... trabajé bastante tiempo en una cafetería y mientras estudiaba, publiqué tres libros que me dejaron comprarme esta casa además que me había hecho un grupo de 4 amigos que me mantenían positiva, luego llegó Azulejo y siento que últimamente estoy bastante encerrada en estos muros, hace meses que no hablo con mis amigos y eso es porque estoy pensando escribir la novela de mi vida, aunque todavía no se bien cual es... te toca.