Estaré Contigo

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El amor, todos lo describen como lo más hermoso de todo, cuando una chica y un chico son felices por siempre, pero ¿que pasa con dos chicos que se aman? Lo que pasa, es que nadie los acepta, muchos los odian y todos castigan a esos chicos, sobre todo en ese época, donde habían guerras y disputas en todo lugar.

Así es la vida de nuestros dos chicos, Samuel, un musculoso chico de 21 años, cabello castaño, al igual que sus ojos. Y Guillermo, de 19 años, con su pelo negro, sus ojos rasgados y sus mejillas apretables.

En el único lugar, donde podían amarse "tranquilame" era un pequeño bosque, donde nadie entraba, ya que se suponía que habían animales peligrosos, los cuales, Samuel y Guillermo no hacían caso.

- ¿Cuando podremos amarnos tranquilamente y sin miedo? - pregunto Guillermo a su amado.

- Algún día, en algún lugar. Si llegara ese día, te prometo que estaré contigo - Samuel deposito un beso en la frente de Guillermo.

Pasaron dos años, en esa época de guerra, todos estaban en sus casas, esperando a que todo pasara, pero nuestros dos chicos no vieron como un impedimento para verse, y desafiaron cualquier cuarentena.

Fueron al bosque, en el lugar donde siempre se veían. Pero, no paso lo que pasa en todas las películas, donde se encuentran y sobreviven, no.

Guillermo, llego al punto de encuentro solo, el pensó que Samuel llegaría después, y pensó mal. Estuvo un par de horas esperándolo, pero no llegaba. Decidió ir a buscarlo.

Ya al frente de la puerta, toco. Solo escuchaba el silencio. En un movimiento brusco, empujó la puerta, y se dio cuenta de que estaba abierta. Entro, y sintió algo malo, así que fue a la habitación de su amado. Al entrar en la habitación, se encontró con su amado en el suelo.

- Sami, despierta - lo movía, creyendo que dormía, pero se dio cuenta de Samuel estaba inconsciente y con su cabeza sangrando.

- ¿Guillermo?... - pregunto todavía con los ojos cerrados.

- Aquí estoy Sami - le contesto su amado.

- Veo que e-estoy muy mal - decía a duras penas.

- Pero saldrás con vida, ¿recuerdas que me prometiste que estarías aquí cuando pudiéramos amarnos tranquilamente y sin miedo? - tenia una sonrisa, pero sus lágrimas caían en el rostro de Samuel.

Samuel le sonrió a Guillermo, con esa típica sonrisa de «todo estará bien», esa sonrisa que le iluminaba el corazón, esa sonrisa, que seria la última que vería Guillermo de su amado.

- Lo prometí, y lo cumpliré, ya veras - con esas últimas palabras, Samuel cerró los ojos y cayó en un profundo sueño.

- S-Samuel, ¡Samuel! - ya sus gritos eran inútiles.

Su amado Samuel ya se había ido, Guillermo no lo podía creer, ese chico al cual le había dedicado su amor completo, ya no estaba.

Pasaron más años y Guillermo intento ser feliz, y pudo, pero no como lo era antes, con su primer amor. El tenia esposa y un hijo. Guillermo estaba en el servicio militar, y justo en una semana debería irse. Aprovecho lo máximo, sobre todo con su hijo, Samuel, le tenía mucho cariño.

(*********-*********)

Ya había pasado la semana, Guillermo se fue, sin antes despedirse de Samuel.

- Hijo, ahora tu seras el hombre de esta casa, cuida a mama, y recuerda, se feliz y aprovecha cada momento de felicidad - le revolvió el cabello castaño y se fue.

En el cartel hablaban de que la guerra no sería fácil, y que había muy poca posibilidad de que sobrevivieran todos.

(*********-*********)

Ya estaban a punto de terminar la guerra, pero a Guillermo le fue muy mal, quedaba el y cuatro compañeros más. Uno de ellos, tenia tanto miedo, que intento escapar. Guillermo lo iba a detener, pero justo al salir, le dispararon en el corazón.

Estuvo allí, agonizando, nadie iba a su rescate, y el lo comprendía, sus cuerpos estaban invadidos por el miedo. Sentía como sus latidos bajaban, al punto de no existir. Pensó que sería su fin, pero ni lo fue así.

- Guillermo... - sentía una voz, cálida, solo una persona tenia esa voz.

- ¿Samuel? - se atrevió a abrir los ojos.

- Despertarte dormilón - dijo su amado.

Samuel lo tenia en brazos, estilo "prinecsa". Se dio cuenta de que el ambiente era más iluminado.

- ¿Donde estoy?, yo ya he... - le interrumpió Samuel.

- Es verdad, pero ya estas aquí, y eso me hace feliz - dijo con una leve sonrisa, como la última que vio Guillermo.

- S-Sami... - decía con lágrimas en los ojos, por la alegría de ver a su primer amor.

- No llores, te hice una promesa, ¿no? - Guillermo asintió - Pues, estuve aquí, esperándote, para ser felices en esté lugar, contigo, y tranquilos - deposito un beso en los labios de Guillermo.

Los dos extrañaban eso, tenerse tan cerca, tener el calor del otro, simplemente, se amarán en ese mundo, por siempre.

Y así es como algunas personas, cumplen su promesa, de amarse por siempre, amarse por la eternidad.

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Mi primer Wigetta / awwwww / y además one Shot.
Ojalá les haya gustado, y si les gusto, denle a la estrellita zukulenta
Bye :D

Estaré Contigo /Wigetta/{one Shot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora