Capítulo 5

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*Guapísima Aza en la foto del capítulo* 

*Hoy he decidido subir dos capítulos en recompensa por vuestra fidelidad y para pediros perdón por lo que estoy tardando en actualizar, espero que os gusten*

El sol hacía que sus músculos se relajaran. Edward, su mejor amigo, tenía razón. Necesitaba unas largas vacaciones. Demasiadas responsabilidades, demasiados compromisos y sobre todo demasiado trabajo.

Dante movió los dedos de los pies sintiendo como la arena raspaba su piel. Hacía ya dos semanas que se había fugado de Italia, estaba orgulloso de sí mismo. Había conseguido escabullirse de su familia durante bastante tiempo, normalmente conseguían localizarlo en un par de días. Suponía que su marcha les había tomado por sorpresa totalmente y no habían conseguido ponerle seguimiento a tiempo.

Estaba tan relajado que comenzó a sentir sueño, por lo que dejó el libro que estaba leyendo a un lado y se acomodó en la tumbona quedándose dormido en cuestión de minutos.

Despertó cuando sintió que el calor del sol ya no le daba directamente en la cara. Entrecerró los ojos intentando ver a quién correspondía la figura femenina que se le había delante. Estaba a contraluz por lo que no podía verle bien el rostro, pero la postura le era familiar. Levantó su brazo mirando la hora, solo había dormido veinte minutos.

—Te cuesta despertar muchacho. Qué extraño siempre has sido bastante molesto para el tema de dormir.

Dante dejó caer su cabeza nuevamente en el reposacabezas de la tumbona. No se lo podía creer. Hacía unos minutos se estaba aplaudiendo mentalmente a sí mismo por su proeza y ahora su tía Diane le miraba burlona desde una posición de superioridad.

—¿Cómo me has encontrado? —Por el momento era lo único que le interesaba saber, no sabía cuál había sido su error.

Había tomado todas las precauciones posibles, incluso había evitado cámaras de vigilancia de aeropuertos, aunque claro se lo podía haber pasado alguna. Se había alojado en una posada coqueta, pero que nadie de su familia pisaría ni muerto para evitar que lo buscaran en los mejores hoteles, y aún así.

—Bueno mis hermanos tienen a Taran rastreando por todos lados, pero olvidan que yo me parezco mucho a ti en cuanto a ansias de escapar de nuestra familia. No me ha costado mucho encontrarte. Además, tengo muchos contactos.

Dante enarcó una ceja, con unos contactos y experiencia no le parecía creíble que le hubiese encontrado.

—Está bien. Fue algo más sencillo que todos esos logarítmos que están usando en la casa Gotti, a ninguno se le ocurrió buscar en Instagram. Te hiciste una foto con una de tus fans y ella lo publicó.

Dante chasqueó la lengua. ¿Cómo no se le había pasado por la cabeza? Sí había advertido el riesgo, pero se veía incapaz de decepcionar a cualquier persona que le admirase.

A pesar de ser experto en la cultura clásica griega era alguien bastante famoso. Escribía libros sobre aventuras, thriller y romanticismo que se vendían bastante bien. También había participado en varios documentales sobre su materia y había colaborado como experto en algunas series o películas.

La escritura lo usaba como un medio de entretenerse, su pasión realmente eran las clases, las conferencias y todo lo relacionado con la mitología griega.

—Hay una buena armada en casa sobrino. Tu padre pasó por todos los colores de furia que se te puedan ocurrir cuando se enteró de que te habías ido. El último día que estuve allí estaban desesperados por encontrarte. Esa chica debería de llegar hoy o mañana.

Saga Familia Gotti 7: Infierno (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora