Katsuki tenía sentimientos hacia su amigo de la infancia desde hace mucho tiempo y hoy, en navidad, se le declararía por fin
¿Mikumo lo aceptará?
Por suerte, tendrá la ayuda de sus amigos
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✏️;;→ One-shot
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18:15 pm
Hoy 24 de Diciembre, un día especial para todos, dónde todas las familias están reunidas para pasar esta festividad todos juntos en armonía, esperando ansiosos a las 00:00 horas para poder decir "Feliz Navidad"
Ese era el motivo por el cuál la clase 1-A de yuei estaban reunidos en la casa de Momo Yaoyorozu
Las risas de los jóvenes adolescentes se escuchaban por la sala principal
Todos con lindas vestimentas y sonrisas en sus rostros
En especial, un rubio ceniza de ojos rubíes que se encontraba con sus queridos amigos
Pero entre ellos faltaba uno, asi es, su amigo de la infancia el cuál estuvo enamorado mucho tiempo y hoy en la noche se le declararía por fin
No sabía si Akatani lo aceptaría, pero valdría la pena intentar
Tenía como apoyo a los únicos amigos que sabían de su amor hacia el pelinegro si este no lo aceptaba;
Yuu, Eijiro y Denki
Planearon juntos el como el se declararía ante Mikumo y ese plan no tendría fallas
— ¿Aun no viene Yamikumo? — Cuestionó a los demás de su grupo, quienes negaron ante la pregunta del cenizo
Siguieron hablando un rato entre grupos de diversas cosas, hasta que llegaron Mikumo y Yuu en compañía de sus padres
Los padres también estaban invitados para pasar esta fecha especial con sus retoños
Katsuki sonrío al ver llegar a ambos... Nah, en realidad sonrío al ver llegar a su amado pelinegro. Fue hacia el con entusiasmo, una vez llegó abrazo con alegría al de pecas
— ¡Hola Yami, por fin vienes! — Exclamó frotando su cabeza cuál gato contra la de Mikumo, este apenas pudo corresponder por la bolsa que llevaba en sus manos — hola Yuu-chan, Inko-chan, señores Takeyama — Saludó a la castaña devolviéndole sus cabellos y a los padres con una sonrisa, ellos correspondieron al saludo contagiados por el aura alegre del oji-rojo
— Hola, Gogo-kun — Ladeó feliz la cabeza la de ojos castaños
— hola, Katsuki... Quítate me ahorcas — Dijo el azabache empujándolo un poco, el le dio espacio sin quitar su sonrisa
— vamos, pasen, sean bienvenidos a la mansión Yaoyorozu — dijo la heredera de la mansión animando a los padres de Yuu y Mikumo quienes estaban asombrados, nunca estuvieron en ese tipo de lugares. Mientras tanto, Gogo ayudo a los Akatanis con las bolsas que traían para colaborar con la comida, cada uno traía sus comidas y bebidas para compartir
— Yami, adivina que — Le hablo el cenizo al azabache dejando las bolsas en la mesa y abriendolas para empezar a organizar. El de pecas lo miro — Te tengo una sorpresa especial esta noche — Le sonrío mostrándole sus dos no-filosos colmillos