OLIVIA ;; Jaeden Martell

chapter two

Olivia miraba a James. Remus asentía, y Peter observaba.

– Yo no pienso darte alcohol, si no, mamá me matará. Así que, conseguimos cerveza de mantequilla para ti, y para tú amigo.

– Pero tú también tomabas Whisky de Fuego a mí edad...

– ¡No! Siempre fui un chico muy sano– dijo James, obviamente con sarcasmo. Pero de todas formas, la pelinegra aceptó las cervezas de mantequilla.

Las clases de Herbologia con Jaeden cada vez eran más divertidas, y cada vez eran más cercanos, así que esa misma tarde Olivia fue a buscarlo a la sala común de Hufflepuff. Se quedó afuera, esperando a que algún otro Hufflepuff apareciera para que abran el pasadizo secreto entre los barriles.

– Buenas tardes– una voz hizo que ella volteara a ver.

– Hola...

– ¿A quién buscás?– el chico tenía unos rulos que caían por su frente, y sonreía ampliamente.

– A Jaeden Martell.

– ¡Oh, a Jaeden! Ese es mi mejor amigo... Un placer conocerte... Disculpa, ¿Cómo te llamas?

– Olivia Potter... ¿Y tú?

– Soy Jack Dylan Grazer, pero dime Jack, que incómodo sería si me llamaras por mi nombre completo, parecerias mi madre– rió él. Su uniforme de Gryffindor hizo confundir a la pelinegra.

– Somos de la misma casa, ¿Por qué nunca nos habíamos visto?

– Oh, claro que nos hemos visto, hasta he escuchado sobre ti y tu hermano, pero nunca hemos hablado. En fin, quieres pasar a ver a Jaeden?– el chico se cruzó de brazos, todavía con su sonrisa.

– No... No podemos entrar, somos de otra casa.

– Tranquila– Jack le guiño un ojo. Tocó un ritmo en los barriles, y estos se corrieron un poco, dejando un espacio para que ambos pasarán. El de rulos la volteo a ver, sonriendo.– ¿Ves? Todo en orden.

Ambos se quedaron solo en la puerta, mientras Jack llamaba a su mejor amigo gritando su nombre. Olivia miraba todo a su alrededor, sorprendida. Solo había visitado la sala común de Gryffindor, ya que estaba prohibido el ingreso a otras salas comunes. La sala común de los tejones tenía mucha iluminación, a pesar de que él sol no se veía tanto. Había plantas por dónde se mirara, y todos los alumnos charlaban alegres.

– ...Eres una maldita tortuga, mira, hasta me salieron arrugas esperándote– escuchó Olivia. Volteó a ver a su nuevo amigo, y se encontró además con Jaeden.

– No exageres... Hola Oli.

– Hola– le dijo ella, alegre–, hoy hay fiesta en la sala común de Gryffindor.

– Una fiesta clandestina, ¿Verdad?

– Si, pero solo permiten a los mayores de quinto año, y quizás querías ir... ¿Aceptas la propuesta?

– Claro– Jaeden sonrió. Miró a Jack–, tú vas, ¿Verdad?

– Como si me fuera a perder una fiesta de los Merodeadores. Iré con Finn, por cierto, ¿Lo has visto? Estuvo ocupado haciendo no sé que.

– Nunca sabes que está haciendo.

– ¡No tengo un detector de Finn's, ni le he puesto un chip para saber que hace! ¿Conoces a Wyatt?– lo último lo dijo mirando a Olivia.

– No, pero he escuchado su nombre.

– Es el mejor amigo de Jae, ¿Crees que pueda ir también?

– Claro que sí.– Jaeden miró a Olivia.