Perfecta creación

14. Los rumores son más ruidosos que tu voz.

Voy en camino a mi habitación, le dije a Thelma que se encargara de decirle a Ethel, la ayudante de mi madre que avise a los trabajadores que sus nuevas habitaciones están listas.

Al entrar me encuentro con Catherine sentada en mi cama.

-Lo siento, majestad- se levanta de inmediato-. No he terminado aún, lo sé, pero mis pies están muy hinchados y...

Me acerco a ella y tomo sus manos, se ve nerviosa. No sé que tipo de apariencia doy pero todos aquí parecen tenerme miedo.

Tal vez mis padres fueron muy estrictos con ellos. Pero no veo la razón para molestarme por que aún no termine de hacer su trabajo. Mi habitación está impecable cada día, ¿no puede tardar un poco más de lo habitual? Su trabajo es perfecto siempre.

Además es una mujer embarazada, debería tomarse su tiempo.

-Catherine debo decirte algo.

-No, no me despida por favor. Necesito este trabajo. Le juro que no voy a volver a hacerlo y me esforzare el doble.

Niego-No, no, tranquila- digo con voz dulce intentando tranquilizarla- Te tengo un regalo.

-¿Regalo?- me mira confundida.

-Sé que caminas desde tu casa a aquí cada mañana y te vas muy tarde- explico-. Es un largo camino y comprendo que el bosque no es un lugar muy seguro, menos para una mujer que va sola.

-Creo que no comprendo, majestad.

-Mira tus pies- hace lo que le pido- No deberías caminar tanto, ni esforzarte el doble, tomate tu tiempo en hacer tu trabajo, y si necesitas sentarte un minuto, eres libre de hacerlo en mi cama o el sillón de por allá.

Señalo el sillón enfrente de mi tocador.

-Quiero regalarte una habitación de la corte- digo por fin.

Catherine parece no creer lo que le digo, parece emocionada y al mismo tiempo confundida.

-Si quieres rechazarla lo entenderé- digo de inmediato- Después de todo no hay lugar como el hogar, pero este es tu hogar también, eres bienvenida a quedarte.

Las lagrimas invaden el rostro de Catherine. Se ve feliz, genuinamente feliz.

-Gracias. ¡Muchas gracias! No sabe lo que significa para mi esto.

-Si necesitas ayuda al traer tus cosas busca a mi hermano o algún guardia, ellos te ayudarán a traerlas.

-Muchas gracias- limpia sus lagrimas- No sé como agradecerle.

-Ve a tu nueva habitación, a descansar, creo que podré preparar mi cama sola- le ofrezco una sonrisa- Mañana por la mañana yo misma le avisaré a alguien que traiga tus cosas.

•••

Al despertar no fue como de costumbre por obra de mi madre, ni porque olvidé cerrar la ventana y ahora el sol está sobre mi rostro. Si no por sentir algo en mi mano.

-Elissa- escucho mi nombre a lo lejos.

Me remuevo un poco en la cama y de a poco abro mis ojos. Lo primero que veo es una silueta, de a poco se va aclarando hasta que me doy cuenta de que es Vincent.

-Llegaste- digo feliz de verlo de nuevo.

-Te traje algo.