Apenas he logrado dormir, solo esperé a que el primer rayo de luz inundara mi habitación para salir corriendo de esta hasta la habitación de Keith.
Por suerte lo encontré sin compañía.
-Es muy temprano incluso para una reina- dice al momento en que cierro la puerta detrás de mi- Debe ser importante.
Está vistiéndose para salir. Su pantalón, camisa y botas, ese no es el uniforme del jefe de caballería.
Ese fue el mejor puesto que papá pudo dejarle, obviamente tiene mucho más de lo que cualquier jefe de caballería se podría permitir y todo eso gracias a ser el hijo del rey Raphael.
Termina de ponerse los guantes de cuero y me mira esperando a que le cuente lo que pasó.
-¿Puedo ir contigo?- pregunto-No quiero estar aquí cuando despierte Vincent.
Mi hermano me mira con preocupación pero se abstiene de preguntar algo, simplemente hace una seña con su cabeza hacía su vestidor.
-Deberías cambiarte ese vestido, ya te llevo el otro.
Si bien yo tenía mis vestidos para montar en mi propio armario, mi madre siempre encontraba la manera de deshacerse de ellos. Una vez incluso los quemo frente a mi diciéndome que debería reconsiderar mis amistades, que un bastado como Keith no traía ningún beneficio notable en una vida.
Así que en cuanto papá me regaló el siguiente pensando que los otros los había roto, lo dejé en la habitación de Keith escondido.
Le ofrezco una sonrisa y me encamino hacía atrás para cambiarme. Mi hermano no tarda en dejar el otro vestido en la pared del vestidor.
Me despojo por completo del pesado atuendo que llevaba e intento cambiarme lo más pronto que puedo al de montar, más ligero, menos apretado.
-¿Estas bien, Elissa?- pregunta mi hermano al otro lado de la pared.
-Para contarte lo que pasó deberíamos alejarnos de la corte- respondo recogiendo mi cabello en una larga trenza.
-Solo respóndeme esa pregunta.
Salgo de el vestidor y mi hermano está sentado en su cama esperando por mi.
-No lo sé, supongo que si.
Keith frunce el ceño-¿Nos vamos?
Asiento y ambos salimos de la habitación tratando de no hacer ruido.
Apenas salimos mi hermano toma mi mano y ambos corremos hasta el final del pasillo, donde nos detenemos abruptamente.
Por un segundo los momentos de cuando éramos niños vuelven a mi mente; correr por el pasillo escapando de mi madre, detenernos antes de llegar al siguiente y revisar que no hubieran guardias para luego seguir corriendo.
Papá parecía no afectarle que Keith y yo fuéramos amigos, pero mamá siempre era la que estaba a nuestro cargo más que él, ya que cuando éramos niños el país estuvo al borde de volver a la guerra y como rey debía estar ahí para evitarlo todo el tiempo. Oportunidad perfecta para que mi madre me prohibiera ser amiga del hijo bastardo del rey.
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Perfecta creación
Historical Fiction¿Eres fiel a tus ideales o a tu rey? ¿Qué soportarías para proteger a los que amas o incluso a ti misma? ¿Hasta donde llegarás antes de romperte en mil pedazos? Sara, una mujer que vive en 1912 se encuentra encerrada en un manicomio relatando su vi...