Rosetum

I

No es fácil para un ninja aceptar el Y vivieron felices por siempre, para un verdadero Shinobi no existe el retiro, pero a veces la vida diaria puede ser peor que un campo de batalla en medio de una guerra.

Rosetum es una cadera de pequeños drabbles de la vida después de Burakkurozu.

xSouh

Rosetum

I

― ¿Acaso estás loco, Itachi? ― levantó la voz Sasuke, eso era lo más cercano que estaría el Uchiha menor de gritar y mover los brazos de un lado a otro de la forma en que lo haría Naruto, pero jamás se rebajaría a eso.

―Ehh... yo tampoco creo que sea lo mejor. ―estuvo de acuerdo Sakura, recargándose en el respaldo de la silla, notoriamente incomoda.

― ¿Por qué estaría loco? ―alzó una ceja mientras veía directamente a su hermano, retándolo a contradecirlo de nuevo. ―Solo quiero lo mejor para la unidad. Ya me demostraron que su trabajo en equipo es pésimo y poco profesional. La próxima vez que quieran besarse, eviten que sea a la mitad de una misión.

Sasuke sintió como sus orejas comenzaban a ponerse calientes, de hecho, podía jurar que su cara estaba roja y a punto de explotar, trató de defenderse, pero al no encontrar ningún argumento decente, terminó por cruzar los brazos y voltear hacia la pared, el refrigerador parecía muy interesante.

―Hmnp...

―al final capturamos al ninja y recuperamos el pergamino. ― le recordó la pelirosa, no menos roja que su novio. Sabía que Itachi solo les estaba tomando el pelo, cuando le pidió que hiciera sufrir a Sasuke no se refería precisamente a eso. El karma apestaba.

―Un ninja con la décima parte del talento y entrenamiento que tienen ustedes lo hubiera hecho en la mitad del tiempo. ―sentenció. ―No hay excusas, harán su nueva misión y la harán a mi manera.

―Eres un sádico.

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― ¡Espera! ―gritó Sakura, tropezándose con la rama de un árbol y haciendo que ambos cayeran por el intento fallido de recuperar el equilibrio.

Amarrarles un pie y una mano sería el entrenamiento ideal para gennin, ustedes están en un nivel superior.

Esas fueron las palabras de Itachi antes de encintar sus cuerpos, uniéndolos desde el tobillo hasta llegar a la cadera, imposibilitándoles una mano a cada uno para terminar hombro con hombro. Obligándolos a caminar como un solo cuerpo de tres piernas mal coordinadas y sin chakra.

―Odio a Itachi. ―se quejó Sasuke, sacudiendo el polvo con la mano izquierda, la única que tenía usable.

― ¿Cómo puede un gato ser tan rápido? ―pidió saber Sakura, viendo cómo el animal se escapa de ellos una y otra vez, algo que parecía imposible para dos ninjas como ellos.

―Viene del maldito infierno. ― aseguró Sasuke, teniendo que agarrarse del tronco de un árbol para no perder el equilibrio cuando la pelirosa intentó moverse.

―No estamos funcionando bien. ―le dijo, sabiendo que, si seguían así, un gato les ganaría. ―necesitamos buscar una mejor estrategia.

― ¿Lanzarle un kunai al gato? ―sugirió el pelinegro. ―Si esta muerto no se podrá mover más.

―Dudo que si llegamos con un gato muerto la Hokage lo considere como una misión exitosa.

―Pequeños detalles.

Para Itachi ver toda la escena era bastante gracioso, casi era triste no poder reírse porque ambos lo escucharían, aún así era algo necesario. Por muy fuertes que pudieran ser, como equipo eran un asco, y la atracción que había entre ellos tampoco ayudaba mucho.

No era algo de extrañar, por la forma en que Akatsuki funcionaba, el trabajo en equipo no era un elemento que sus miembros tuvieran que desarrollar, solo necesitaban combatientes fuertes, ninjas con habilidades únicas y dispuestos llegar a una meta, por lo que Sakura nunca lo necesitó.

La historia fallida del viejo equipo siete tampoco dejaba buenos precedentes en Sasuke, y eran esos pequeños detalles lo que hacían imposible que los dos gennin juntaran sus armas contra un enemigo.

― ¿Y si tú me cargas? ―preguntó Sakura, dándose cuenta que no habría otra manera, la posición seria incomoda para ambos, pero por la forma en que estaban atados, no llegarían lejos intentando correr.

―hmnp... sube.

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―Odio a Itachi. ―repitió Sasuke, dejándose caer en el porche de la casa, ni siquiera en sus días de gennin real atrapar un maldito gato fue tan difícil.

―Sabes que no lo odias. ―lo corrigió Sakura, tomando un lugar a su lado.

―No, no lo hago.

―Lo sé.

― ¿Debería vengarme por todas las idioteces que nos esta haciendo hacer?

―O podrías ocupar tus pensamientos en buscar un lindo lugar para llevarme a cenar.

―hmnp.