Hoy es un día especial, es el día de mi muerte, puedo sentirlo… Respiro su putrefacto olor, veo el color de su lúgubre sombra negra, la siento caminar arrastrando mis penas por estos infinitos pasillos, la oigo repitiéndome al oído cada uno de mis errores, enumerándolos, lentamente. Me amenaza para que pida perdón…
Vivo sola en esta casa, pareciera que hace siglos, fue mi decisión, y a fin de cuentas me arrepentí. Pero tuve un motivo, sí que lo tuve, al menos eso me digo para consolarme en noches como estas, aunque hoy es diferente, es especial, sé que es real lo que siento, es el día de mi muerte. Fue una razón que me impidió retornar, cuando aun tenía tiempo, la razón que me amordazó para no decir un lo siento, la que me ató las piernas para no correr a su encuentro nuevamente y regalarle un silencio que lo decía todo, la que me vendó los ojos para no ver cuánto ponía en riesgo.
Pero... ¿¡quién se cree que es, para venir así a mi casa tan estruendosamente, que pareciera que estos cuatro puntales se derriban sobre mi cuerpo, que todo el dolor del mundo lo descarga en mi llanto, para juzgarme con sus argumentos y restregarme en la cara el pesar de mi alma y susurrarme al oído el sonido de mis lamentos, para reírse de mí y obligarme a callar en silencio!?
Me siento sola, eso es verdad, me arrepiento muchísimo y ella lo sabe, ella ve que no aguanto más. ¿Habrá sido él quien la llamó? ¿O será mi melancolía, mi soledad, mi arrepentimiento inmóvil quién la provocó?
Acostada sobre mi cama, observaré el amanecer, respiraré profundo y dejaré que su tétrico abrazo se apodere de mí. No le tengo miedo, al menos eso creo, si ya lo hecho, hecho está y yo no pienso volver atrás. ¡Que me lleve, y que lo haga ya! No pienso pedirle perdón, lo que a él le hice, ya no lo puedo cambiar. Quién dice que un lo siento alivia el dolor, no puedo permitirme volver atrás. ¿Rebajarme? ¿Arrodillarme? ¿Suplicar? Aunque tenga la culpa, el orgullo pesa más.
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Orgullo
RandomLa vida lo es todo, y la muerte se debe evitar a toda costa, pero... ¿y si no me importa seguir viva?