LAUREN POV.
3 meses después y medio.
Mi esposa estaba recostada con su espalda pegada al respaldo de la cama y tenía una almohada en sus piernas y ahí sostenía el libro en sus manos. Ahora tenía treinta y cinco semanas de embarazo y lucía increíblemente preciosa, ya sabíamos que vendría una preciosa princesita en camino. Recuerdo que ese día lloramos por la noticia y luego me la pasé horas hablándole a mi bebé en el vientre de su mami.
Por otro lado nuestra relación era perfecta pero a veces teníamos una que otra pelea, como cuando Camila se enteró que Alexa había vuelto a Miami y estaba en casa de sus padres, así que cuando íbamos a casa de los míos, se encelaba cada vez que ella nos iba a visitar. Por eso casi no íbamos muy seguido con mis padres porque ella prefería que vinieran aquí y no me molestaba porque Alexa ya tenía pareja pero aun así me miraba detalladamente y me incomodaba demasiado. Además que a mi esposa ya le molestaba caminar, se cansaba con facilidad y le dolían demasiado los pies. Nuestra vida sexual era un poco diferente ya en esta etapa del embarazo, en ocasiones teníamos sexo pero no muy seguido porque pensaba que a ella le molestaba o que se incomodaba además no quería presionarla porque sé que estaba cansada.
—Por otra parte la estimulación de los pezones puede ser una técnica ideal para adelantar el parte ya que facilitan la secreción de oxitócica natural en nuestro organismo —mi mujer seguía leyendo su libro de maternidad mientras yo miraba mi teléfono.
— ¿En serio con eso se adelanta el parto?
—Sí pero el de nosotras no creo —la miré confundida porque no sabía a qué se refería — porque tú no quieres tocarme ya, porque estoy gorda y no te gusto.
—No mi amor nada de eso, pensé que no querías desde que...
—Amor eso ya pasó, esa noche no me lastimaste te lo juro sólo que no pensé que sería tan placentero, me hiciste llegar muchas veces y por eso grité —se ruborizó.
— ¿Entonces si querías hacerlo?
—Sí, ¿tú no?
—Claro que sí pero no sabía si tú... —fue interrumpida por sus labios cuando tomaron los míos, me besó lentamente mientras quitaba la almohada de sus piernas y el libro también dejándola acostada en la cama. Acaricié sus piernas de arriba hacia abajo, dejé sus labios y me fui hasta su cuello donde dejé varias lamidas y succioné un poco su piel hasta ver que se ponía roja. Mis manos tomaron sus pechos por encima del top que usaba, no llevaba sujetador así que eso me facilitaba la vida. Levanté su top y acaricié sus pezones pasándolos por mis dedos por su areola, metí su seno derecho a mi boca y con mi otra mano masajee el otro pecho.
—Así amor, n-no te detengas —Camila gemía mientras hablaba y eso me encantaba porque su embarazo la tenía demasiado sensible así que sabía que sólo con eso se correría así que la hice esperar un poco más y me comí poco a poco sus pechos sin llegar a lastimarla. Bajé mi mano hasta el short negro que estaba usando y con ayuda de su mano lo bajamos hasta poder sacarlo de su cuerpo. Retiré sus bragas con mis dedos y comencé a estimular su clítoris con mis dedos, ella ya estaba algo húmeda por lo que estaba haciendo con sus pechos. Pasé mis dedos por sus pliegues y cuando estuve satisfecha de sus pechos, bajé por su abdomen abultado y besé delicadamente hasta llegar a ese sitio que tanto había extrañado. Su centro estaba brillante y listo para mí, pasé mi lengua por su clítoris y comencé a estimularla con mi lengua. Camila amenazaba con cerrar sus piernas pero yo la ayudé a sostenerlas y tenerlas abiertas para mí.
Metí cuidadosamente de no lastimarla dos de mis dedos y seguí pasando mi lengua por su centro, ella tomó mi cabeza para que mi cabello no estorbara y poder seguir haciendo mi trabajo ahí abajo. Estuvimos así unos minutos hasta que sentí que sus paredes contraían mis dedos, los metí y los saqué más rápido mientras ella gemía alto, nuestra hija no estaba en casa porque hoy era uno de esos fines de semana que pasaba con sus abuelos después de cada semana en clases.
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Perfecta Casualidad (CAMREN)
Фанфик¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad? ¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor? No todo ha sido así siempre. Ella amaba. Ella reía. Ella creía. Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?