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Hay algunos estereotipos que se aclaran y abordan conforme avanza la historia.

De todos modos, de eso se trata, así que relájense un poco con los conceptos que puedan sonar machistas, homofóbicos, sexistas o heteronormados. Como sea, afortunadamente Gai es un ángel caído del Cielo como siempre (no te merecemos, mi amor) así que todo tranquilo.

¡Divergencias con el canon! Sakumo vive por más tiempo (Y a nadie le importan en resto de los personajes, entre otras cosas)

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Kakashi baja la mirada lentamente cuando ambos se detienen en la puerta de su casa.

Han estado dando algunas vueltas a la aldea, las suficientes para haberlo mareado un poco pero Gai todavía insiste en dar otra más y otra más, alegando que esta vez realmente puede llegar antes que Kakashi a la meta.

No lo hizo, por supuesto, y Kakashi sabe que no lo hará a menos que Gai aprenda a correr por lo menos el doble de rápido en los próximos cinco minutos, así que en realidad las vueltas a la aldea solo se han hecho más agotadoras y más largas.

Tal vez Kakashi debió haberle dicho a Gai que se rindiera hace dos vueltas, y tal vez en otro momento Kakashi solo se hubiera burlando cuando perdió la primera vez y después de eso simplemente lo hubiera hecho morder el polvo.

Pero Kakashi no puede evitar bajar la mirada otra vez y preguntarse qué se supone qué era eso.

- ¡Kakashi! ¡Una vuelta más! ¡Esta vez definitivamente ganaré! - Gai habla entre jadeos raros, apenas capaz de sostenerse en pie con el apoyo de la cerca de madera, por lo que Kakashi definitivamente no puede creerle, sin embargo...

- ¿Qué tal si damos una vuelta alrededor del patio?

El rostro se Gai se ilumina ante sus palabras, e inmediatamente corre adentro de la reja de su jardín, comenzando a marcar la línea de salida con un ligero trote.

- ¡Vamos, Kakashi, el que llegue primero a la reja gana!

Kakashi tararea una afirmación ante sus palabras, pero no se mueve de su lugar y en cambio fija nuevamente su mirada en ese pequeño y suave rebote que brincaba debajo del pañuelo de Gai a la altura de su pecho.

- ¡Vamos, Kakashi! - Gai suplica con su voz aguda y sus brincos animados solo hacen que aquellas pequeñas bolitas de cosa salten más fuertemente.

- ¿Qué es eso? - la pregunta de Kakashi es suave, pero hace que Gai deje de brincar y aquel rebote hipnotizante se detiene bruscamente.

La cabeza de Gai gira detrás de su hombro, como si buscara aquello de lo que hablaba Kakashi entre la espesura de los árboles frutales de su vieja casa.

- ¿Qué es qué cosa?

Kakashi suspira. Había estado siguiendo ese rebote durante todas las vueltas, y había estado preguntándose qué se supone que Gai había guardado en su camisa y cómo era posible que después de dar tantas vueltas no se cayeran de su lugar. ¡Debió haberlos amarrado con cinta!

- ¿Son limones? ¿Por qué guardas limones en un lugar como ese?

Su dedo vuelve a alzarse, pero nuevamente Gai hace un ademán de incomprensión y contorsiona el cuello buscando algo a su alrededor como si no lo tuviera unido al pecho.

Kakashi se sostiene la barbilla cuando Gai da un pequeño salto y aquellas protuberancias brincan también.

- Muy suaves para ser limones- murmura para sí mismo, reconsiderando qué cosas habría metido Gai ahí y si tendría que dar otra vuelta a la aldea para ver si esta vez se le caían - Oh, ¿es un nuevo sistema de entrenamiento con pesas?

¡El corazón de la noble (y hermosa) Bestia de Konoha!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora