- Ella estará bien, doctor? - preguntó Kirigaya Kazuto una vez más.
Había transcurrido aproximadamente una hora desde que Asuna Yuuki había sigo instalada en el Hospital central de Tokio. Según los análisis de los doctores, Asuna habría sufrido una descompensación general. Ninguno de ellos encontraban la causa de este accidente, solo quedándose con teorías de que fue debido al AmuSphere.
Afuera de la habitación, el doctor volvió a revisar los papeles una vez más. Segundos después miró al chico.
- Tranquilo joven, la señorita solo tuvo una descompensación. Ella esta fuera de peligro, solo necesita descansar - señalándole la puerta - puede pasar a verla, si gusta.
Kazuto asintió
- Esta bien, muchas gracias por todo.
Diciendo esto, Kazuto entró despacio en la habitación. Eran una de esas típicas habitaciones de hospital. Un par de silla celestes reposaban a la parte derecha de la puerta. Junto a ellas, un par de grandes cortinas azules claras le hacían un bonito juego. Gran parte de la pared pintado por un blanco puro, simbolizando en si la esperanza, o por lo menos el creía eso.
A Kazuto no le gustaban los hospitales. Desde muy pequeño evitaba a ir y si lo tenía que hacer, se sentía muy incomodo o sentía que la cabeza le daba vueltas. Escuchar esas lagrimas de las personas que están a punto de perder a un familiar, el dolor de que te pongan unas 10 inyecciones al día o el llanto de un paciente al saber que no saldría adelante era simplemente demasiado para él. Es por eso que pensaba que pintaban las paredes de los hospitales de blanco, era un símbolo de esperanza para aquellos que sentían que estaban a punto de perderla.
Al fondo, en una gran camilla blanca como las nubes, se encontraba aquella chica de sus sueños.
- Asuna! - dijo Kazuto, adelantando el paso para llegar lo mas pronto a ella - como te sientes?
No recibió respuesta alguna.
- Tranquilo chico - escuchó una voz a su izquierda - ella esta dormida
En eso, una enfermera apareció a su izquierda. No pasaba de unos 25 años. Llevaba la típica vestimenta de una asistente del hospital, con el logo de mismo sobre su sobresaliente pecho izquierdo. Tenía el cabello suelto y un poco largo, no le llegaba hasta la cadera. Lo que más llamaba la atención de esta era un pequeño sujetador que colgaba de su marrón cabello. Un pequeño osito de color celeste pálido.
- Eh?
- Me refiero a que - la chica empezó a revisar los papeles que tenía en su brazo - le pusimos un suero y un tranquilizante para que descanse sin problemas. Si todo va bien, mañana ya le podremos dar de alta.
Kazuto volteó a ver el rostro de Asuna.
- Mañana?, ya veo... - dirigiéndose a la señorita le pregunto - puedo pasar la noche aquí, cierto?
Ella miró sus papeles.
- Lamento informarle esto, pero al parecer esta semana están realizando una limpieza general, por lo que no podemos hospedar a los familiares de los pacientes.
"Mierda"
- En todo caso podría venir mañana a partir de las 10 de la mañana, a esa hora abren los horarios de la visitas...
"Asuna pasaría la noche aquí"
Era el único pensamiento que el chico no podía sacarse de la cabeza. Últimamente había estado muy estresado, todo este tema con Yuuki no lo había dejado estar tranquilo y ahora pasaba esto con Asuna. Necesitaba un descanso.
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Siempre estaré a tu lado | Parte II [Editando]
Fiksi Penggemar( Continuación de "Llegaste tú") Después de salir de aquella pesadilla que la mantuvo encarcelada por 2 años, Asuna debe enfrentar uno nuevo, la perdida de su hermana Yuuki. Aunque un suceso totalmente inesperado la hará volver al mundo virtual.