Te necesito|Hiccstrid

¿Asesino?

—¿De que hablas?
—Solo así, soñé contigo—dije y me senté  junto a ella—de hecho eh estado haciéndolo durante un largo tiempo

Ella no dijo nada

—Lo siento muchísimo de verdad, estoy demasiado apenado por todo esto

—Por Dios, no me hables de esa manera

—¿De cual manera?

—Así...tan..Correcto

—Si supiera tu nombre podría hablarte de otra manera más...informal—No podía dejar de verla, era lo más hermoso que había visto

—Soy Astrid para tu información—pero yo ya lo sabia, al escuchar su nombre no fue el guardar esa información, no porque yo ya lo sabía, en el fondo lo sabía.

—Aunque ya me conoces al parecer, igual no puedes quitarle los modales a un príncipe, mucho gusto Astrid, mi nombre es Hipo,Hipo Hadook—y estire mi mano pero ella Nisiquiera la miro así que la retire

Ella parecía incómoda, enojada de estar ahí, pero no se iba, no entendía yo nada.

Pero de pronto algo se sintió diferente, mire a Chimuelo y se veía inquieto muy atento mirando fijamente a una parte del bosque que estaba frente a nosotros, mi primer instinto fue desenfundar mi espada

—Astrid ven ponte atrás de mi—Dije con voz firme y la jale hacia mi pero ella rápidamente se quitó

—Puedo defenderme sola—dijo fríamente y saco de la montura de su yegua una hacha y se puso en posición, estuvimos en silencio esperando mientras ese ruido se acercaba más y más.

Hasta que de pronto, algo...o alguien salió de ahí.

—AHHH—ambos gritamos listos para atacar cuando...

—NO ME MATEN SOY SOLO UN INDEFENSO CHICO—gritaba desde el suelo hecho bolita un alto y regordete chico rubio, yo conocía muy bien, era Patapez.

—¿Patapez?—dije y aleje un poco a Astrid quien estaba confundida

—Sssi, Hipo soy yo, no me mates por favor—dijo aún en el suelo

—Claro que no amigo, levántate—dije y le estiré mi mano

—Lo siento mucho por lo de tu padre amigo yo, solo no sabía si...ya sabes tú cambiaste y...—

Genial, ¿enserio había cambiado tanto?

—Tranquilo, ¿que te trae por aquí?—pregunte

—Ah sisi, Esque Hipo me mando Bocón a darte esto—y saco de su pequeño chaleco una carta—pero Hipo mientras la lees escúchame, en el castillo están pasando cosas raras, la princesa se dio cuenta que te fuiste

—¿Que? ¿Cómo demonios supo? Pero igual yo bueno iba a volver

—Ella cree que huiste—dijo Patapez y empecé a leer la carta

Hipo,
Las cosas aquí se pusieron raras, tendremos que cambiar el plan, la princesa vio que te fuiste no se cómo pero lo sabe, ella lo sabe....no puedes regresar ahora sin pruebas.
No se que hará, con el pueblo ni conmigo
Pero no te preocupes yo intentaré cuidar de el, cuídate Hijo eres la última esperanza para nosotros.

—Oh dioses—fue lo único que pude decir, en mi cabeza pasaban mil cosas, no tenia nada para sobrevivir, no sabía por donde empezar, no sabía exactamente qué pruebas reunir, no sabía que hacer, necesitaría iniciar una guerra?, el pueblo ahora estaba en mi contra, me di cuenta hace días, todo lo que hice, me volví tirano, me volví vil, mi padre esta tan decepcionado y ahora no tenia nada.