𝐌𝐈𝐎 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠 - pausada

03. | RECOMPENSA.

minho es un terrible profesor.

pensaba nuevamente jeongin mientras regresaba a su hogar a media mañana, con el cabello y su mochila hechos un desastre.

el menor no podía entender como alguien podía ser tan poco compasivo, por lo que en ese entonces había perdido todo el interés en la materia, y en él.

refunfuñando, una vez que llegó a su casa, optó por darse una larga y trabajosa ducha, a fin de que pudiera quitarse la pintura que tenía en la cabeza. finalmente, al hacerse el mediodía, jeongin suspiró hondo, logrando hacerlo.

no obstante, al recordar que debía entregar su trabajo de psicología para el día siguiente, y que había dormido poco para la prueba de literatura que no había podido dar en ese día, se quejó en voz alta, protestando como cualquier chico lo haría.

por suerte, su hogar se encontraba vacío en ese momento; sus padres estaban ambos en el trabajo, y su hermano mayor no vivía con ellos desde hacía tres meses.

jeongin disfrutaba estar solo, y en ese mismismo instante, silencio y calma era lo que más quería, ya que debía terminar la mitad del trabajo, y tenía menos de veinticuatro horas para hacerlo.

fue por eso que, una vez terminado de bañarse, se encerró en su habitación y comenzó a trabajar.

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cuando minho ingresó a la institución, cerró los ojos, maldiciendo en voz baja, ya que claramente, lo que había hecho con jeongin era hostigamiento al cien por ciento.

en ese entonces, comenzó a pensar si el menor sería lo suficientemente capaz como para quejarse con el director, pero esperó que no lo hiciera.

el peli negro caminó sin prisa hasta el salón de segundo año de preparatoria, y una vez allí, dejó caer su bolso encima de la mesa, a fin de que los estudiantes que estaban conversando, hiciesen silencio.

"ya que están todos de tan de buen humor, me gustaría que alguno me dijera acerca de la teoría de maslow." comentó, reposando su cuerpo en el escritorio, cuando habían dejado de hablar. "nadie?" no se sorprendió. minho creía que ese curso era realmente holgazán. "pues que pena. para el trabajo del jueves, deberán explicarme en solo una carilla, cual era su teoría, dar su opinión si creen que es válida, y vincularla con tres autores más que ya hayamos visto, que crean que pueden relacionarse." agregó mientras caminaba a la pizarra, y comenzaba a escribir en ella. "sigamos con el capítulo cinco de la clase anterior."

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a las nueve y media de la noche, jeongin se sintió débil, más sabía que era por la falta de sueño.

el menor no había descansado ni un segundo desde que se había puesto a trabajar, y en ese momento tan solo le quedaba una pregunta más por responder.

"diablos." suspiró luego de leerla, notando que lo que preguntaba parecía chino básico. "qué mierda es esto?" arqueó una ceja, volviéndola a leer una y otra vez.

jeongin quería golpear su cabeza contra la pared; le faltaba tan poco, sin embargo parecía que dicha consigna podría llevarle toda la noche.

"hijo? estás aquí?" la sra. yang lo llamó, abriendo la puerta de su cuarto, interrumpiendo la concentración que había estado teniendo durante toda la tarde. "la cena ya esta lista."

"bajaré en un segundo." jeongin respondió sin despegar la vista de la pantalla, obsesionado en querer encontrar alguna referencia para poder terminar con esa pregunta.

"estas estudiando a esta hora? quién lo diría." su mamá rio alegre, pero como el menor no respondió, decidió dejarlo solo para que pudiera continuar.