El encuentro

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Ya era tarde para Mary, estaba super atrasada para ir ala clase de pintura. Sin embargo no le interesaba el pincel ni la paleta; lo suyo era el deporte, en especial, la natación; pero de todos modos odiaba la clase de pintura, sabía que sus padres la envíaban ahí para seguir con ''La tradición familiar''

-Maryyyyyy- gritó desde la sala su madre-¿A qué hora piensas ir a la clase de pintura?

-No iré- se adelantó a responder Mary- entiende que las artes plásticas no son lo mío.

La madre de Mary se calló resignada, no entendía a su hija, tal vez ni ella misma se entendía...Se le ocurrió una idea:

-Maryy...si vas, prometo firmarte el permiso para que puedas ir a la competencia de natación...

-¿En serio? Bueno, iré, pero no te olvides de tu promesa.

Mary se dirigió a la puerta, ¿Qué puede ser peor que tener una chantagista en tu casa?, pensaba Mary. Tal vez no sea tan malo que mis padres me envíen a esas clases de pacotilla, después de todo, ''Todo lo hacen por mi bien''                                                                                                                       Cuando llegó, cogió resignada su pincel; estaba harta de escuchar al profesor Marcos, le desagradaba su tono y timbre de voz.                                                                                                               Cuando habla parece que está matando un gato... dijo para sí.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no advirtió la presencia de un chico que estaba sentado al frente suyo. Le molestaba que la estuviera mirando fijamente, y a la vez, se sentía atraída por ese chico raro.

-¿Cuál es tu nombre?- se atrevió a decir, cuando de pronto sintió una mano fría le agarraba por las orejas-

-Señorita Velasquez; en lugar de desperdiciar su tiempo coqueteando a sus compañeros, ¿Porqué no atiende a la clase?-le dijo el instructor-

En primer lugar no le estaba coteando, cuide mucho sus palabras; por que sólo le estaba preguntando su nombre. Y en segundo...bueno en el segundo si tiene razón...  No terminó de completar la frase por la repentina intervención del chico raro:

-Con mucho respeto, esto no volverá a suceder...tío, perdón, profesor Marcos.                                

¿Qué? No puedo creer que el profesor Marcos sea el tío de...

-Gracias-le dijo Mary al chico- Gracias por defenderme

Pero aquel joven sólo atinó a agacharse y continuar pintando...                                   

MARAZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora