protegerse de la realidad

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-Tom...-la chica se subió a su vientre y le besó.- Mañana nos iremos de aquí... quiero aprovechar esta noche...-le volvió a besar acariciandole el vientre.
-No... no deberíamos...
-Por Dios... ¿qué pasa? ¿Es que no me quieres?
-Si... bueno somos novios.
-Pues ya esta. Si hasta ese imbécil se ha acostado contigo, no entiendo por qué yo no puedo.

Thomas no supo que responder, así que siguió a la chica, sin demasiado interés. Ella apenas era activa en la cama, era suave, delicada.... y aburrida para su gusto. Cuando él se colocó sobre ella y le mordió el cuello, enseguida le dio una reprimenda.
-Ay, eso duele. Me vas a dejar marcas si lo haces.
-Es que... bueno... eso es divertido...
-No digas chorradas.
-Está bien...-susurró mientras la besaba y bajaba con su mano a la entrepierna de la chica, rozándola por encima del pantalón, para después meter la mano dentro. Pero ella se la apartó.
-¿Qué haces?
-Eh... pues... es que...
-Tú solo relájate anda... cómo se nota que llevamos mucho separados.

La chica se puso sobre él, y sigió besándolo y acariciándolo.
Aburrido, aburrido... eso era lo único que le parecía.
Menos mal que le había prohibido meterse en su mente. Pero se dio cuenta de que en algún momento la chica iba a tener que notar su entrepierna excitada, y a ese paso, se iba a quedar dormido. Entonces no pudo evitarlo...

Y pensó en Newt. Pensó que era él el que recorría su cuerpo, el que jugueteaba con él. Cada beso se correspondía a esos labios tan dulces y divertidos. Le echaba de menos... demasiado. Pero acabaría por olvidarse de él.

No tardaron mucho en comenzar a hacerlo. Thomas notó como la presión que la entrada de Teresa era mucho menos placentera en su miembro que la de Newt. No era lo mismo. Ella se había colocado sobre él, y movía la cadera poco a poco. El trasero de Thomas sintió un calambre, como si le pidiera atención. Pero la chica no podía darle aquella atención que buscaba. Así que simplemente se conformó con aquello, pero cuando estaba a punto de venirse, la chica se apartó.

"Claro, no es lo mismo con una chica". Pensó que Teresa terminaría con sus manos su miembro, o con suerte con la boca. Pero no recibió nada. La chica se llevó la mano a su propia entrepierna y se terminó a ella misma.

Thomas se quedó pensando, y tras ver que ella no iba a darle ningún otro placer, se llevó él también las manos a su miembro.
-Aquí no. Vete al baño, o fuera.
-¿En serio?
-Venga, es asqueroso.

Thomas salió de la tienda, aún sin creerse lo que había pasado ahí. "Menudo asco" pensó mientras se dirigía al baño, sin la camiseta pues ni siquiera había caído en cogerla. El sexo así era lo peor del mundo.

Cuando entró al baño, se percató de que su miembro había bajado ya. Normal, después de la caminata y con ese frío no había quien estuviera excitado. Se mojó las manos para refrescarse la nuca y de pronto se fijó que en el fondo de el cuarto, estaba Newt.

Tenía las manos en los oídos, y los ojos cerrados con fuerza. Debía estar helado, porque temblaba. Thomas dudó en acercarse, pero entonces entendió lo que pasaba. El chico temblaba porque estaba llorando. Debía haber escuchado a Thomas y a Teresa mientras lo hacían y se había marchado

. "Claro" "Se escucha todo desde la tienda de al lado". No pudo sentirse peor en aquel momento. Se acercó a él con lentitud, y se agachó a su lado colocando la cabeza en su hombro, a lo que este dio un respingo y abrió los ojos. Fue a separarse de él inmediatamente, pero Thomas le agarró la mano.
-Lo siento... lo siento mucho... no te marches... por favor.-sintió como el chico se dejaba caer en el sitio de nuevo.

Newt tembló de nuevo. Su mano estaba fría como el hielo, pero las lágrimas dominaban su cuerpo. Quiso apartarse de Thomas, debía hacerlo. Le había tratado mal, muy mal. Él no le quería... pero... y si... y si... ¿y si podía hacer que le quisiera de verdad?

-Tommy...-se frotó los ojos para disimular las lágrimas -Por favor... no... no me hagas más daño... por favor...-sollozó- no aguanto esto... no aguanto estar sin ti...
-¡Para mi no es fácil! ¿No te das cuenta? ¡Te quiero!
-No... -Newt se volvió hacia él y le acarició la nuca, donde estaba el chip.- esto me quiere...-con cuidado llevó la mano al pecho desnudo de Thomas, colocándole esta sobre su corazón.- aquí no hay nada...-cogió la mano del moreno y se la colocó a él sobre su corazón.- en cambio aquí, solo estás tú.
Acarició con suavidad el pecho del chico, notando como este se sonrojaba al sentir su mano. Subió hasta alanzar su mejilla, para pasar su dedo por los labios suaves de Newt. Thomas no pudo evitarlo, y se abalanzó sobre Newt, tirándolo al suelo para besarle los labios. No podía resistirse a él. Tal vez fuera todo mentira, pero el ahora mismo le deseaba y le quería. Al principio el rubio se resistió intentando apartarlo.
-No... para... por favor para...
-¿De verdad quieres que pare? -Thomas se encontraba sobre él, había cogido sus muñecas y las había agarrado a cada lado de su cabeza para tener el control total.- Si es sí, dímelo otra vez y paro.-volvió a besarle, esta vez con más fuerza y descontrol, moviendo su cadera para buscar la del otro.
-No... no...-sintió los labios, y después los dientes de Thomas en su cuello y gimió suavemente.-No pares. Sigue... ahhh...-su gemido resonó en todo el baño, su cuello comenzaba a tener secuelas de la boca de Thomas, y éste ya se disponía a despojarle de su camiseta.

"Quiéreme" se repetía Newt una y otra vez mientras dejaba jugar a sus anchas al otro. "Quiéreme..." "Por favor, quiéreme de verdad". No perdía la esperanza. Los ojos de Thomas reflejaban amor, a pesar de todo. Esos ojos no mentían... o al menos eso quería creer. Tal vez se engañaba, pero era una forma de protegerse de la realidad.

Correr o morir, lo no contadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora