Hades se había declarado a la persona de quien llevaba enamorado hace varios siglos pero fue rechazado.
Sintiéndose dolido acude a Afrodita para borrar sus sentimientos de amor pero algo salió mal y ahora es un chico ermitaño que odía a todos y ti...
En medio de una gran sala llena de espejos por todas partes se encontraban dos personas paradas, el incomodo ambiente se rompio cuando el más alto susurro.
-Me gustas-A Hades le había costado decir estas palabras, para un ser despreciable que trabajaba en un sitio horrible, había apostado a esta confesión improvisada tras años de enamoramiento por el Dios del océano. Esperando que este también corresponderá sus sentimientos.
Poseidón miraba a su hermano perplejo, a pesar de quererlo eso se limitaba a hermandad no podía imaginarse siendo pareja de este. Ademas quiza estaba algo confundido respecto a sus sentimientos si bien pasaban juntos la mayor de tiempo debido a los espejos que podían teletrasportarlo a su hogar.
-sorry y-yo-no pudo terminar de pedir disculpas en ese momento fue teletrasportado nuevamente a su hogar en el fondo del océano.
Una burbuja se acerco a el y escucho la voz de hades-por el momento me gustaría estar a solas, gracias por escuchar mis sentimientos prometo que todo seguira igual entre nosotros solo nesecito tiempo-la burbuja se rompió y Poseidón se sintio aliviado.
Mientras Hades lloraba en medio de la habitación siendo consolado por su adorada mascota. Los meses pasaron para sentirse seguro había bloqueado los espejos para que Poseidón no llegará en una visita inesperada, quería cumplir su promesa esperando que estos sentimientos desaparecieran, para no encontrarse con su amado, había dejado de visitar el Olimpo prefería decir que estaba lleno de trabajo lo cual al menos lo mantenía ocupado.
Al parecer su tristeza era tan profunda que afectaba a sus más allegados, pero esta no perjudicaba a Poseidón quien se había mantenido entretenido con los humanos esperando paciente a que su hermano volviera a visitarlo.
Zeus sin poder resistir sentir una emoción que no era suya visitó a su hermanito mayor quien estaba sentado frente al río Aqueronte (río de la pena) parecía estar pensando incluso su casco estaba a punto de caerse y perderse en el río. Decidió ser gentil y se acerco sin hacer ruido.
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-¡despierta!-ese grito hizo que Hades dejará de estar en sus pensamientos y su casco cayera en el agua siendo llevado por la corriente. Mirando con odio a Zeus se sumergió en el río para rescastar su preciado casco.
-¿que es lo que quieres?-pregunto al salir empapado ¿acaso no podía sumergirse en su propia amargura?
-vaya querido hermanito tal parece que no te has dado cuenta de lo que haces.
-no eh hecho nada en estos últimos meses más que estar trabajando ¡no digas tonterías!
-gran tonto sabes que tengo una profunda conexión contigo, en estos meses tu tristeza la siento insoportable incluso Afrodita y Ares se sienten mal por tu culpa.
-..... y-yo no lo sabía, lo siento.
Zeus se cruzó de brazos y miro a su hermano que se veía más delgado, su piel blanca y lindos ojos morados se parecía a una muñeca frágil de porcelana. No podía ir a jugar con hermosas mujeres debido a el ¡debía solucionar el problema!
