Capitulo 167

26 4 0
                                    


Lara.

Todas las radios se empeñaban en poner música triste.

No necesitaba sentirme triste. Yo necesitaba animarme. No permitir que lo de Jeremi me afectara.

Pero como decirle a mi cuerpo que dejara de reaccionar a alguien que había significado mucho?

Aparque el Ferrari en la empresa. Entre, había mucho movimiento porque hoy vendría el jefe.

Nada mas y nada menos que otro amor del pasado. Fauricio Dantes.

Esto tenia que ser una broma, no podía evitar lo que tal vez era inevitable. A Encontrármelo.

En la oficina ya estaba Santiago. El cual ni siquiera salude, tenia que sobrentender mi silencio. Lo único bueno para esta extraña relación era alejarnos, Santiago no podía indagar mas sobre mi, porque descubriría todo.

−Eres demasiado inmadura, si crees que esto de hacer como si no pasara nada hara que la vida siga su curso normal.

−Soy lo suficiente madura, para entender que es lo mejor para los dos.- Santiago se quedo callado.

El era el único cabeza hueca aquí.

−Lara, ven a mi oficina.- dijo Maria. Mientras asomaba la cabeza por la puerta.

En su oficina cerro al puerta y comenzamos a hablar.

−Creo que la situación no mejorara entre ustedes dos verdad?.- pregunto ella.

Negué con la cabeza.

−Eso es asunto suyo entonces, con tal que no afecte la situación en la oficina.- Maria estaba mas radiante que nunca.

−Por cierto ya sabes lo de tu ascenso. En la fiesta cuando nos reunimos con el jefe, Santiago le recordó que tu también eras excelente en lo que hacías.-

Ya va... que...

Santiago diciendo algo bueno sobre mi?

En que momento de la fiesta Santiago se había visto con Fauricio?

−Si, creo que tan mal no se deben llevar. Porque para recordarse de ti.- Maria se río.

−Entre otras cosas hoy no viene Fauricio. Esta muy ocupado. Así que me toca decirte esto. Ya estas trabajando oficialmente aquí.- era una de las mejores noticias que podía recibir.

Maria se paro del asiento y me abrazo.

Y podía sentirme calmada, porque la tormenta paso lejos. Pues no vería a Fauricio.

Por ahora, estaba en calma.

Salí de la oficina y ya era hora del break. Maria y yo nos habíamos extendido hablando.

Ya la sentía como mi amiga.

−Lara.- Era Luke.

−Hola Luke.- dije.

−Hoy estuviste como muy apartada, todo bien?.- suspire.

−Si. Todo bien.- respondí.

−Quería invitarte a el café, ahora mismo conmigo.- Abrí los ojos de par en par. Y por fin lo mire. Luke tenia las mejillas como de un Rosado pálido.

Acaso estaba nervioso?

Si, estaba nervioso. Se estaba mordiendo el labio esperando una respuesta.

Me quede en silencio.

−Lara?.- Volvió a preguntar el.

Calma Lara, es nada mas un café.

−Si, claro. Vamos.

Yo estaba perdida en la vida. Aunque era momento de un pequeño descanso entre tantos inconvenientes.

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora