NA: Este capítulo contiene escenas +18, lease bajo su propio riesgo
Kyoko termino de quitarse el maquillaje y desabotono el vestido para colgarlo junto al traje de Ren, aunque su cabello estaba recogido por una coleta, ató una toalla alrededor de su cabeza y con otra cubrió su desnudez.
Ren estaba sumergido hasta el pecho, disfrutando del calor natural de las aguas, por lo que no se dio cuenta, cuando el pequeño cuerpo hizo su aparición frente a él hasta que los delicados pies de la chica se sumergieron en el agua pera ser seguidos por el resto de su figura; Kyoko tenía las mejillas rojas y no por el vapor del agua.
—¿Cómo te sientes?
—Agotada —confesó, mientras que Ren tomaba su mano y la jalaba suavemente para recargarla en su pecho.
El calor del agua hizo que el cansancio que sentía después de un día tan agetreado se desvaneciera, lo que le pareció gracioso porque a penas eran las nueve de la noche y su horario como actores a veces no los dejaba descanzar hasta después de las tres de la mañana; Kyoko se relajó sobre el pecho de su esposo y admiró los anillos que descanzaban sobre su dedo. Nunca se hubiera imaginado casandose y menos aún con el hombre más guapo de todo Japón y sin embargo ahí estaba, relajandose junto al hombre que amaba. Ren enrelazo sus manos y el contacto de su piel la hizo volver a la realidad, inclinó su cabeza hacia atrás para verlo y le dedicó una pequeña sonrisa.
—Hola —le dijo y Ren sujeto su rostro entre sus manos para besar la punta de su nariz.
—Hola.
Se quedarón sumergidos durante un buen rato, hasta que las mejillas de Kyoko estuiveron rojas y salió del agua. Había visto demasiadas peliculas y leído demasiadas novelas para imaginarse lo que pasaría aquella noche y su corazón no la dejaba tranquila al respecto, pero una parte de ella lo deseaba.
Después de secar su cabello lo mejor que pudo se puso el Yukata y se sento en el futon que habían preparado en la posada, esperando a que Ren apareciera. Después de unos minutos el hombre apareció por la puerta y la cerró detrás de él, pero porque la ventana que daba al jardín estaba un poco abierta, la luz de la luna inundaba toda la habitación.
Ren se sorprendió al verla y desde la distancia vio como sus manos temblaban, en un instante pudo saber lo que pasaba por la cabeza de la chica y su corazón se detuvo, camino hasta sentarse a su lado y besó su frente con mucha suavidad.
—Es nuestra noche de bodas —informó Kyoko.
Ren no pudo evitar reirse y la chica pareció ofenderse.
—Lo sé ¿Qué significa eso? —iba a jugar un poco con ella.
Kyoko se puso tan roja como un tomate y por más que abrio la boca ningún sonido salió de ella, después de una profunda exhalación la joven se atrevió a mirar a los ojos a su esposo y pudo ver la enorme sonrisa en sus labios, lo que la hizo reír también; tomó una de las almohadas y se la arrojó al rostro.
—¡No te burles de mí! —exclamo ella y Ren comenzó a reir más fuerte.
De pronto estaban en una batalla de almohadas que terminó cuando Ren estaba de espaldas y Kyoko sobre él, ambos dejaron de reír porque el yukata de Kyoko se había abierto un poco y desde la posición de Ren podía ver claramente la curvatura de sus senos; de pronto él la estaba besando y ambos se dejarón llevar por el calor del momento.
Ren desato el lazo del yukata y la prenda se abrio por completo, deslizandose sobre los hombros de la chica para caer en su cintura, en esa postura tan vulnerable e intima la hacía sentir emocionada; sin darse cuenta de lo que ocurría estaba debajo del peso de su esposo y él le extendio el listón de su propio yukata para permitirle desatarlo, asi lo hizo y de pronto ambos se encontraban semidesnudos uno frente al otro y sin decir una sola palabra más se sumergieron un una nube de placer que ambos habían esperado desde aquella primera noche de lluvia en el departamento de Tokyo.
Ren desendio y beso los pechos de Kyoko para acariciar sus pesones con su lengua, haciendo que la chica se estremeciera de placer y no pudo controlar su voz, cada parte de su cuerpo que era deleitada por las caricias y besos de su amado comenzaban a arder como un volcan que hacía a su corazón latir tan fuerte que pensó que saltaría de su pecho para escapar. Cuando las manos de Ren se deslizaron hasta el centro de su feminidad y comenzo a acariciarla sus piernas se cerrarón por reflejo, pero poco a poco volvió a abrirlas para permitirle seguir, sintió cuando introdujo uno de sus largos dedos en su interior y un gemido se escapo de sus labios; nunca había sentido nada semejante a eso y no podía imaginar que lo haría, aunque dolia un poco su mente estaba en blanco y solo podía concentrarse en lo que estaba sintiendo, Ren saco su dedo y comenzo a lamer esa zona muy suavemente, dejando que todo el placer de su esposa lo invadiera, solo quería concentrarse en hacerla sentir bien y llevarla hasta el extasis. Siguio tocando y besando cada parte del cuerpo de la chica hasta que ella grito al llegar al orgasmo y su cuerpo se arqueo para darle la bienvenida a aquella sensación tan excepcional.
Kyoko se mordio el labio antes de ponerse de sentarse sobre sus piernas y obligar a Ren a recostarse. El lado más érotico de ella buscaba hacerlo sentir lo mismo y se dejo guiar por su imaginación y un par de comentarios que Chiori le había dicho; dejo que sus manos acariciaran el cuerpo de Ren, pero sin acercarse a "eso", por lo menos no todavía; él movido por la curiosidad la dejo hacer lo que quisiera con su cuerpo y se sorprendió bastante cuando comenzó a frotarse contra su región genital, un gruñido escapo de su boca antes de detenerla.
—Por favor espera —le dijo, rompiedo momentaneamente el hechizo que se había creado. El rostro de Ren estaba completamente rojo por un ataque de vergüenza que sintió al verla hacer algo tan atrevido.
—¿Hice algo malo? —ella sonaba realmente consternada y él negó con la cabeza.
—No, pero me tomaste por sorpresa.
Ella se quedo callada y contra todas las reservas de Ren volvió a tumbarlo y continuo lo que estaba haciendo, sin permitir que él volviara a pararla. Aquello también la hacía senitr bien, llevandola de nuevo al orgasmo al mismo tiempo que Ren.
Pero aquello no fue lo ultimo de la noche, ambos se recostaron y él se permitió entrar en su cuerpo, muy lentamente para evitarle cualquier tipo de dolor, al ver el rostro de Kyoko decidió que nunca iba a permitir que nadie la viera hacer ese tipo de expreisones, ella era suya en cuerpo y alma y él era total y completamente suyo sin ninguna restricción. Movio sus caderas lentamente y sus movimientos se volvieron algo más rápidos sin que fuera conciente de ello, envolvió a la chica entre sus brazos y no dejo de besarla, aquella noche era solo de ellos y el placer era su principal objetivo, esa era su noche de bodas.
Ambos llegaron al climax al mismo tiempo y completamente satisfechos se abrazaron el uno al otro para no soltarse nunca más, Kyoko estaba tan exausta que en cuanto Ren los cubrió con la manta y la abrazó acomodandola en su pecho de manera que la envolvía por completo, se rindio ante el cansancio y se quedo profundamente dormida, Ren no tardó en seguirla al mundo de los sueños porque también se sentía agotado después de aquel día y el perfume natural de Kyoko envolviendo sus fosas nasales por completo lo reconfortaron tanto que no pudo hacer otra cosa más que dormir.
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Secretos del pasado
FanfictionEl pasado de Ren por fin lo ha alcanzado, ¡Tina está en Japón! Ahora él se verá obligado a enfrentar todo, lo que incluye revelarle toda la verdad Kyoko. Su historia de amor comienza a avanzar y será un remolino de emociones.