ᵛᵉⁿᵒᵐᵒᵘˢ ˡⁱᵖˢ ▸ 𝐒𝐓𝐄𝐅𝐀𝐍 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄 ✓

five.

VENOMUS LIPS.
005 . | ' it's delicious sweetheart '

EL CITRIDO EN SU CUELLO NO LA MOLESTÓ, EN LUGAR DE LA SED que ansiaba su garganta fue el factor más convincente de su transformación. Despertar para ver a Kol asomándose sobre ella en la cama fue un espectáculo reconfortante, pero necesitaba con avidez el líquido que tragó por su garganta. Su expresión ausente tenía una mirada fuerte en él; no por él, sino por la figura alta y delgada de una mujeres sentada en el borde de su cama que la encantó.

Emilia no cuestionó qué estaba haciendo en el borde de la cama o quién era; sabía muy bien que está mujer arreglada era para ella, no para su placer sexual sino para su necesidad de vampirismo. La necesidad de completar su transición, de convertirse en una igual a Kol.

La mujer desconocida se inclinó hacia la posición de la cama de Emilia antes de sentarse, y la mujer volvió a su posición sentada original. Kol miró a Emilia, tomó en cuenta a esta joven, cómo admiraba y casi señalaba ciertas cosas sobre este humano que no importarían en unos minutos. Emilia echó hacia atrás el cabello de la mujer, obteniendo una vista clara de su cuello. Las venas que pulsaban la sangre por todo su cuerpo encantaron a la rubia, inclinándose para saciar su sed de sangre. Cuando su boca casi hizo contacto con su garganta, Emilia pudo sentir un dolor irradiando de sus mandíbulas y encías. Gritando de dolor, se tapó la boca en un intento de calmar su dolor. Se metió los dedos en la boca para sentir sus dientes, ya no en línea recta, sino con dos colmillos puntiagudos hacia afuera.

Kol vio a la rubia enloqueciendo y en un intento de calmarla, dió el paso que lla no estaba dispuesta a dar. Sus venas se filtraron por debajo de sus ojos, y los colmillos chupaban toda la sangre potencial que podía de ella. Una vez que se detuvo, Kol suspiró de logro y extendió a la dama para que Emilia la probara.

—Está delicioso, cariño. Solo una probadita y listo—

Emilia se inclinó hacia adelante para flotar sobre un área intacta en su garganta. Todo estaba frente a ella, y cuando lo deseaba tanto, parecía casi como si estuviera lamentando esa decisión. Pero no había vuelta atrás en ese punto, no cuando estaba demasiado metida en esto. Emilia no pudo negar mas el hambre que sentía a pocos centímetros de la fuente de sangre, y casi en un instante echó la cabeza hacia atrás y se hundió en la garganta. Su sangre era exquisita mientras recorría su nuevo cuerpo vampírico. Lo ansiaba mas que el de Kol y no podía evitar succionar al ser vivo del liquido. Sus ojos estaban llenos de rojo y no podía soltar su agarre sobre la mujer. Pero una vez que lo hizo, Emilia suspiró de manera similar a Kol, se secó el exceso de sangre en su rostro y sonrio.

—¿Como estuvo?—Dijo ahuecando su piel recién rejuvenecedora  que brillaba intensamente.

—Exquisito—Ella susurró, acercándolo mas y aplicando mas labios manchados en su piel.Pero, se apartó de su amable reina y se apresuró a recoger sus prendas sueltas.

—¿Vas a algún lado, mi amor?—Ella lo llamó.

—Mi estadía en este pueblo fue solo temporal.  Mi familia se va a mudar a los países del Este—Kol le dijo mientras ella estaba en un lugar mientras el correteaba por la habitación buscando su ropa.

Emilia saltó frente a él.

—Llevame contigo. Quiero ir contigo al Este, llévame lejos de este pueblo hoz que mucha gente llama hogar—Ella le suplicó, impidiéndole que continuara vistiendose—Esta vida no es para mí. Nunca lo fue, y necesito que me enseñes a ser está criatura. Llévame contigo, enséñame y estaré a tu lado—Ella le pasó los dedos por el pecho, casi hipnotizandolo con su codisioso favor.

Aceleró rápidamente con Emilia, hacia donde su espalda estaba empujada contra la pared donde la sostenía por su garganta.

—Nos vamos al amanecer. Prepara tus cosas, cariño. Estás a punto de embarcarte en una nueva aventura—

Con otro zoom, se fue y dejó a Emilia sola en su habitación. Inmediatamente, comenzó a meter sus cosas en cajas de equipaje. En medio del embalaje, se olvidó de lo más importante; Maya. Se dirigió a su habitación y comenzó a empacar para su hermana.

Emilia sacudió a su hermana pata despertarla, Maya miró a su hermana con preocupación porque la había despertado en medio de la noche.

—Emilia, ¿Por qué me despiertas a esta hora?—

—Nos vamos, esta noche con Kol y su familia. Me convirtió en esta criatura y quiero ir con él. Y no puedo dejarte aquí con papá—Emilia supo que Maya no entendía todavía lo que estaba diciendo su hermana.

Emilia se mordió la muñeca y se la tendió a Maya, y su hermana pequeña no entendió lo que estaba insinuando. Emilia clavó una vez más en su muñeca y volvió a extenderla, y esta vez casi presionó la sangre en los labios de Maya. Con un sabor en los labios, Maya comenzó a beber y una vez que terminó. Emilia hizo lo mismo que Kol con ella, romperle el cuello.

Una vez que se despertó, Maya pasó por el mismo sentimiento que Emilia. Se apresuraron a su habitación donde la mujer muerta todavía contenía un poco de sangre suficiente para su hermana. Con su nueva fuerza, las hermanas arrastraron su equipaje afuera y tuvieron un último vistazo a su casa.

Pero Emilia no quería volver nunca y se encargó de asegurarse de que no pudieran volver. Entró la última vez y encendió una cerilla, una sola y tiró un montón del alcohol de su padre al suelo. Dejó caer la cerilla mientras se marchaba rápidamente.

Maya miró con incredulidad a su casa en llamas y dirigió la mirada a su hermana mayor.

—¡Emilia, nuestros padres! ¡Van a arder vivos!—

Maya se abalanzó para evitar que el fuego se extendiera, pero Emilia contuvo a su hermana.

—Madre y padre tuvieron una gran pelea anoche. Ella fue a casa de la tía Angélica y él se quedó en casa. Ese bastardo engañó a nuestra madre nunca nos amó lo suficiente, se merece arder en el infierno—