El tritón [JiKook]

Capítulo 15

Abrí lentamente los ojos, lo primero que vi fue a Jimin que me veía con cara de preocupación y a Namjoon que me veía con curiosidad, ambos estaban a pocos centímetros de mi rostro.

-¡Despertó! –gritó Nam, lo que hizo que me sobresaltara.

-¿Cómo te sientes? –preguntó Jimin, viéndome aún preocupado.

-No, no sé... -dije confundido- ¿Qué pasó?

-Te convirtieron, hermano. Ya eres uno de los nuestros –dijo Nam emocionado.

-¿¡De verdad!? –pregunté, no podía creerlo, esperaba sentir dolor en mi cuerpo pero no sentía absolutamente nada.

-¡Sí! Ya puedes respirar en el agua, hasta estás hablando –dijo Jimin sonriendo. Sonreí ligeramente, empecé a mirar mis manos, y demás partes de mi cuerpo.

-¡Traigan un espejo! –gritó Nam –Tienes que verte, quedaste guapetón. –dijo guiñándome un ojo.

Una sirena trajo un espejo, Jimin lo tomó y lo puso frente a mi cara. Me impresionó mucho no reconocerme al instante, estaba completamente diferente, aparecieron rayos azules en mi cabello, escamas en ciertas partes del rostro, las orejas se hicieron un poco puntiagudas, incluso aparecieron perforaciones en mis orejas.

-¿Te gusta? –preguntó Jimin sonriendo.

-¡Sí, por supuesto! –en verdad me gustaba el nuevo yo-. Y a ti... ¿te... gusta?

-¡Me encanta! –dijo Jimin y me abrazo.

Mire hacia abajo ya no tenía piernas ni pies, tenía una cola tan fabulosa como la de Jimin. Me sentí verdaderamente feliz y satisfecho.

Jimin me observaba de arriba abajo con una sonrisa en su rostro. Puso sus dedos en mi pecho e hizo una mueca.

-Mira –dijo señalando las tres marcas que habían quedado donde el tridente fue encajado- Son pequeñas, no se notan tanto. Serán un recordatorio de lo fuerte que eres.

-Como marcas de guerra –dije sonriendo.

-Exactamente –sonrió. –¿Duele? –apretó bruscamente las marcas, pero no sentí dolor y negué con la cabeza.

-¡Hora del banquete! –Dijo el rey en voz alta. Se acercó a mí y me tomo de la mano- Como bienvenida a nuestro mundo te preparamos una fiesta en lo que recobrabas la conciencia. Vamos, te presentaré ante todos los presentes. ¿Cuál es tu nombre completo, pequeñín?

-¡Jeon! Jeon Jungkook –dije emocionado, ¿un banquete, para mí? Nunca habían hecho una fiesta en mi honor, sonreí y miré a mi alrededor.

-Bien –se dirigió al centro, donde había sido mi conversión, ahora había una enorme mesa con todo tipo de alimentos y bebidas, todos ya estaban reunidos alrededor de la mesa. Me puse a su lado y empezó a hablar–. Ante ustedes el joven valiente que resistió el impacto y la descarga eléctrica, convirtiéndose así en un tritón como todos nosotros. Démosle la bienvenida que se merece al futuro esposo de Park Jimin ¡Jeon Jungkook! –el salón se llenó de aplausos y exclamaciones de emoción.

Jimin y yo nos volteamos a ver con los ojos abiertos de par en par.

-¿E-s-p-o-s-o? –abrí la boca articulando cada letra para que pudiera leer mis labios. Estaba asombrado y confundido.

-Eso parece –dijo en voz alta Jimin riendo. Se acercó a mí y me dio un abrazo. -¡Bienvenido a mi mundo! –Sonaron aplausos y bitores en todo el salón.

Lo abracé y le susurré –¿Les dijiste que nos casaríamos? - Lo mire pidiendo una explicación.

-No... aún no –sonrío con su típica coquetería que comenzaba a fascinarme. Me tomo de la mano y alzo la otra haciendo un gesto para que todos guardaran silencio. -¡Quiero decir algo! –dijo en voz alta y todos voltearon a verlo, no sabía que estaba a punto de decir, pero mi corazón empezó a acelerarse.