Frágil

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¿Te has puesto a pensar en lo frágiles que pueden ser las cosas? Yo sí y me atormento todo el tiempo con eso, vivo con el miedo de que el más mínimo error va a hacer que todo lo que he construido de pronto se derrumbe.

No dar por seguro a las personas me ha traído cosas buenas y malas, buenas porque eso hace que me esfuerce por ganarme un espacio en su vida y malas porque no logro sentirme segura con prácticamente nadie; cuando lo hago temo que el más mínimo error va a hacer que ellos se alejen.

Creo que por más firme que algo parezca estar, con el golpe preciso se puede hacer pedazos, lo he visto una y otra vez. Me ha pasado contigo una y mil veces, salimos de una racha turbulenta, tenemos momentos de paz y luego todo se torna gris de nuevo pero supongo que así debe ser, ¿no? Sin los días grises no puedes valorar los días buenos.

Nunca había tenido tanto miedo de perder a alguien como lo tengo de perderte a ti, y es porque creo que absolutamente todo está cambiando para mí y de alguna manera tú eras mi lugar seguro pero temo que eso se termine. Somos dos personas muy frágiles a nuestra manera, mientras tú eres pesimista yo soy demasiado ingenua para creer siempre en lo mejor; pero tenemos algo en común y es que no confiamos del todo en el resto de las personas, incluso tú no confías en mí.

Justo por eso creo que somos frágiles, queremos estar juntos pero es como si cada uno pusiera una barrera para no entregar todo, hemos tenido experiencias que nos han herido y que nos han traído a desconfiar de esta manera. Siento una impotencia terrible de solo pensar que el costo de nuestra inseguridad es la historia que pudimos haber vivido, es como si siguiera avanzando cada día sabiendo que eventualmente lo que tenemos se derrumbará y ni siquiera será porque no nos queramos sino porque estamos tan acostumbrados a estar solos que no sabemos estar juntos.

Siempre parece ser que un paso en falso hará que todo caiga en pedazos, no sé si soy yo o somos los dos, quisiera decirte estas cosas en lugar de escribirlas pero no lo entenderías. ¿Es inútil intentar que esto funcione? Sé que probablemente sí pero aunque lo pienso no encuentro la razón por la que sigo aferrada a ti, a mí, a nosotros.

Me abruma la rapidez con la que las cosas cambian, porque en realidad nunca nada es lo mismo; incluso tener la misma conversación con la misma persona en días distintos va a ser diferente. Nada es estático ni mucho menos seguro, es demasiado común que las cosas que están fuera de nuestro control hagan los cambios más grandes de nuestras vidas y no lo podemos evitar.

Pero así como las cosas buenas son frágiles, las cosas malas también lo son aunque en ocasiones preferimos creer lo contrario. ¿Has notado como es suficiente que un extraño te sonría en la calle para que tu perspectiva cambie? Y de pronto todo el estrés, los miedos y las tristezas se esfuman aunque sea por unos segundos, con algo tan simple como un acto de amabilidad. Cualquier problema se arregla recibiendo una disculpa, reconociendo el error y primordialmente teniendo la voluntad de arreglarlo; cosas que se dicen fácil pero que llevarlas a cabo es muy complicado.

Mi punto es que todo puede cambiar, crecer, tomar otro rumbo, romperse o hacerse añicos y eso no significa que deba representar algo negativo. Ser frágiles es lo que nos hace humanos, derrumbarnos y comenzar de nuevo nos da propósitos nuevos.

No sé si tú y yo nos romperemos para que algo mejor nazca de nosotros o si lo que nacerá será separadamente en ti y en mí, sea como sea, siempre te voy a desear lo mejor porque creo que eres una de las personas más increíbles con las he coincidido pero por más que odie admitirlo tal vez no soy lo que tú necesitas ni tú seas lo que yo necesito.

De ser un lugar seguro pasaste a ser una cuerda floja, donde cualquier paso en falso que dé hará que me desmorone completamente; no sé si te estoy hablando desde el miedo o desde el amor propio pero en este preciso momento no creo que seas la persona que estoy buscando ni la que pensé que eras y podría jurar que yo tampoco soy quien esperabas que fuera, pero está bien, al menos me llevo todo lo que aprendí de ti.

Soy demasiado frágil para una persona que está acostumbrada a arreglar todo con indiferencia; he aprendido a escoger mis batallas y esta no es una que quiera pelear, al menos no sola. Cada vez me agota más pasar por lo mismo, tener discusiones por el mismo tema, con las cuales no llegamos a nada, tu desconfianza y lo delgada que es la línea entre estar y no estar; no quiero perderte pero me encantaría sentir que estoy pisando sobre sólido y no sobre agua todo el tiempo. Sé que no es real, nada es tan sólido como parece, pero al menos una vez quisiera sentirme así. Segura de donde estoy yendo y con quien.

Entre LíneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora