Historias cortas

Historia corta 1

Hola.
Espero te guste.

"Existen almas gemelas que se encuentran pero que por diferentes razones sus vidas no tuvieron el final que se esperaba".

Marian conoció a Fabián sin pensarlo una tarde fría en la ciudad de Medellín, mientas acompañaba a su madre a comprar telas.
Desde que ella entro al almacén al que su madre visitaba con frecuencia se sintió observada pero no prestó mucha atención a esa sensación seguía enfrascada con su madre en una conservación sobre cuál sería el color perfecto para su vestido, el cual llevaría a una fiesta el fin de semana, su madre era una mujer exigente y de férrea postura y no estaba de acuerdo en que utilizará un color muy llamativo para ir a una fiesta dónde se encontraría diferentes hombre del círculo social de su hermano, el cuál era el invitado especial pues era su cumpleaños y en la empresa donde trabajaba le habían organizado para ese fin de semana una celebración. Cabe aclarar que él no tenía conocimiento de dicho evento pues sus hermanas lo llevarían engañado solo le habían comentado que debía acompañarlas a una fiesta de una de las amigas de sus hermanas mayores y el como el único hombre y sobreprotector no tuvo ninguna objeción.
Marian se dio por vencida en esa conversación y acepto el color que su mamá eligió, justo en ese momento se giró para buscar un cintillo para combinar con su vestido y al final del pasillo cruzó la mirada con el joven que sin ella darse cuenta había quedado completamente estático en la silla que estaba sentado y no había dejado de observarla y preguntarse porque existían seres tan etéreos y perfectos en un mundo tan hostil como esté, esa mirada tan cargada fue la que sintió y obvio cuando entró. Sus miradas al cruzarse, los ojos de cada uno se hicieron promesas y una de ellas era que debían volver a verse y reconocerse porque miradas tan puras y llenas de un extraño reconocimiento como lo acababan de experimentar necesitaba una explicación; Marian salió de su ensueño cuando su madre al tercer llamado lo dijo en un tono demasiado alto. Su mamá le pregunto que qué le pasaba y ella simplemente contesto no te escuché, ella la miro extrañada porque el local era pequeño imposible que no la haya escuchado, para no perder tiempo su madre no quiso preguntar más y fue a pagar mientras Marian escuchaba a lo lejos como decían el nombre de Fabián. Para no irritar más a su progenitora decidió seguirla a la caja, cuando terminaron de pagar salieron pero Marian quería verlo otra vez no importando que fuera a lo lejos y se sintió tonta por ese pensamiento pero Fabián si la estaba viendo escondida detrás de muchas telas y prometiéndole a lo lejos que la volvería a ver.

Continuará...