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Yoongi abrió lentamente los ojos viendo primero las cortinas entrecerradas del salón filtrando la poca luz de la mañana y la televisión aún encendida con el sonido bajado. Sin embargo otra cosa fue lo que más le llamó la atención y le hizo sonreír tras acostumbrarse del todo a la luz al despertar en aquel sofá. Hoseok, aún completamente dormido, descansaba a su lado.

El día anterior tras lograr calmarse y terminar de cenar habían acabado por acurrucarse en el sofá juntos resultando en acabar ambos profundamente dormidos allí como ya casi les era costumbre. No era el sitio más cómodo en absoluto, apenas cabían los dos tumbados sin una postura un tanto extraña, sin embargo era algo a lo que poco a poco se habían acostumbrado. Tenían ya la postura encontrada.

Por ello Yoongi no se movió apenas no queriendo molestar el plácido sueño de Hoseok, el cual resultaba obvio que estaba siendo tranquilo. Normalmente su rostro solía mostrar sus sentimientos con bastante notoriedad cuando no actuaba. Por ello no estaba muy acostumbrado a ver su rostro plenamente sereno salvo cuando dormía. Sus facciones completamente relajadas, sin dejar ver ningún sentimiento exagerado más que tranquilidad, era algo que Yoongi, por algún motivo, había empezado a disfrutar. No tanto como verle reír sonoramente y mostrar su alegría despampanante; aquello era su visión preferida entre otras del estilo; pero si que disfrutaba bastante de verle dormir.

Por lo que atreviéndose a apartar un mechón de su rostro con mucho cuidado de no despertarle no pudo evitar sonreír ligeramente. Hoseok se removió un poco al sentir en sueños aquella delicada caricia buscando acurrucarse un poco más entre los brazos ajenos. Aún así no tardó mucho en despertar, viendo, por su postura, lo primero a Yoongi, al cual sonrió mientras se acostumbraba a la luz.

- Buenos días hyung... - murmuró con una pequeña sonrisa y un leve bostezo, sin moverse mucho al sentirse absurdamente a gusto en aquella postura.

- Buenos días. ¿Has dormido bien?

Hoseok asintió cerrando por un momento los ojos al sentir como el mayor le quitaba una legaña, antes de volver a mirar aquel rostro cuyas mejillas parecían más remarcadas por el recién despertar.

- Estupendamente. ¿Y tú? ¿Cuando te has despertado?

- Bastante bien... Y hace un rato, no mucho en verdad.

- ¿Que hora es?

- No lo sé, pronto creo. ¿Tienes algo que hacer hoy?

- Que va... ¿Y tú?

- No, no tengo que recoger a Chinmae hasta mañana.

- ¿Pasamos el día juntos entonces?

Yoongi asintió dejando pequeñas caricias en la sien de su pareja, viendo como este remoloneaba un poco. Aún así no tardó mucho en tomar su teléfono para mirar la hora, viendo que eran las nueve de la mañana. Realmente era pronto. Pero no tuvo mucho tiempo de pensar en ello cuando una notificación le llamó la atención. Era un mensaje de Namjoon, recibido apenas media hora antes.

Namjoon

Tienes que volver a casa de inmediato.
Con Hoseok.
Le he dejado varias perdidas pero supongo que estareis durmiendo.
Os espero en casa.

Al leer aquello no pudo evitar fruncir el ceño por la confusión, sentándose para aún mayor confusión de Hoseok, el cual se sentó por igual intentando despejarse.

- ¿Hyung? ¿Que ocurre?

A modo de respuesta Yoongi le mostró el mensaje, causando que todo sueño desapareciera de su cuerpo tan de repente que hasta le sorprendió. Había algo en el tono del mensaje que realmente le causaba escalofríos.

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora