Capítulo 1

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—¡Jena, Jena, Jena!

Apenas pude procesar aquellos irritables ruidos cuando mi cuerpo comenzó a sacudirse de lado a lado bruscamente.

—¡Ugh, demonios Runa!

Respondí molesta, para luego sentarme despacio y tallar mis ojos. Detesto que me despierten en mi hora de siesta porque primero que nada, no suelo tomar siestas por mi inagotable energía, y segundo, por ser horas gloriosas donde puedo al menos cerrar los ojos un momento podría llegarle a cortar los dedos a quien fuese el responsable de despertarme.

—¿qué rayos te-

Sin dejarme acabar, con una sonrisa de oreja a oreja estiró su brazo hacia mí, y en su mano sostenía una carta de mediano tamaño color amarillenta con mi nombre y apellido escrito en tinta.

La miré con mis ojos abiertos cual platos, y ambas gritamos emocionadas saltando por todo el cuarto como locas. Tomé la carta sin borrar la enorme sonrisa de mi rostro, y con mucho cuidado tomé la punta que se encontraba pegada en el centro con una marca de cera de un respectivo sello, y la abrí con lentitud.

Mi pulso estaba tan acelerado que mis manos temblaban y mi respiración era agitada, todo debido a mi gran emoción.

Tomé el pequeño papel doblado dentro de la envoltura y lo saqué de un pequeño tirón, para luego abrirlo y leer el escrito, que por cierto era una especie de cursiva de letra algo pequeña.

—No puedo leerla. No puedo creer que esto esté pasando.

Alcancé a decir. Sentía que en poco tiempo mi cuerpo explotaría por tanta euforia que yacía encarcelada en mi cuerpo, pidiendo a gritos poder salir. Carraspeé un poco mi garganta para poder aclarar mi temblorosa voz, y comencé a leer:

—Querida Jena, estamos orgullosos de decirle que ha sido aceptada en Hogwarts ,el colegio de magia y hechicería. Allí adjunto podrá encontrar la lista de los libros y equipos necesarios. Las clases comienzan el primero de Septiembre, por lo que esperamos su lechuza a más tardar el 31 de Agosto. Atentamente: Minerva McGonagall, Directora.

Me quedé pensando unos pocos minutos con el ceño fruncido, luego giré hacia Runa y la miré.

—¿qué día es hoy?

Pregunté.

— 20 de Agosto.

Me respondió, con su mirada pegada a los cuentos de mi pequeña biblioteca, los cuales ya estaban viejos y cubiertos de una capa grisácea de polvo.

—Bueno, tenemos tiempo.

—Pero no lechuzas.

Me respondió, volviendo su mirada a mí, con esa típica expresión de "¿cómo rayos mandaremos la respuesta"?

— No sé si sepas, pero allá afuera hay algo llamado "mundo". Y en el mundo que a decir verdad es muy muy grande, tiene todo tipo de animales. Si, bueno, no sé porqué entre todos los que habían mamá y papá te eligieron pero ese no es el caso.

Pude sentir un gruñido de su parte y luego de cruzar sus brazos, un pequeño susurro salió de su boca: "aquí vamos otra vez.."

— Allí afuera hay muchísimas especies de animales, solo hay que salir, tomar uno, y utilizarlo como mensajero. O directamente, ¿porqué no utilizamos tu bola de pelos?

Pregunté, arqueando una ceja.

—¿a Mor?, si, muy graciosa.

Rodeó sus ojos esmeralda para luego negar y caminar hacia su cuarto mientras acomodaba su cabellera rubia en un lindo rodete.

EL LEGADO DE INTERDITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora