Leyenda

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Cuentan las leyendas que en las lejanas montañas nevadas de América vivía Skan, el gran lobo negro, junto a su manada de lobos árticos. Su loba compañera era de color blanco (Iduna) y su primer hijo era de color rojo (Alaya). En aquellas lejanas tierras el viento soplaba con un aroma de libertad, la luz dorada del sol las bañaba donde el equilibrio natural hacía que todas las especies convivieran en armonía. Pero ocurrió que con la llegada de los seres humanos, la hermosura de aquellas tierras vírgenes empezó a desvanecerse, mientras los nuevos seres avanzaban haciendo suyo todo lugar por el que pasaban. Una mañana temprano Skan se hallaba buscando una presa para llevar de comer a su familia, al final, caería en una de las trampas que los humanos habían colocado en el bosque, y cuando pensó que todo estaba acabado, alguien le liberó, lo montó en su caballo negro y lo salvó.

Era un humano, diferente, un joven indio de la tribu de los Lakota, de piel aceitunada y largos cabellos negro azabache.

Aquel muchacho lo salvaría de una muerte segura en manos del depredador más temible de todos, el hombre. 

El gran lobo negro quedó agradecido con aquel joven por sus cuidados. Al fin y al cabo, no eran tan diferentes, ambos luchaban por la libertad de los suyos y cruelmente eran perseguidos. Skan deseaba devolverle el favor, así que reunió a su manada para aullar a la luna en llamada a la Diosa Nokomi (hija de la luna), para que le concediera el deseo de poder devolver el favor. 

La Diosa contestó serenamente que sólo se tenían que asociar para proteger a la Madre Tierra, y desde entonces los tres lobos son los protectores de la humanidad y la naturaleza, que acudirán para defender a cualquier ser vivo que se encuentre en peligro por ataques de humanos viles.

Así que tanto lakotas como lobos se convirtieron en aliados por un mismo lazo, la coexistencia. 

Dangerous➳Teen Wolf \ Theo Raeken✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora