Herederos ©✔[Heir#2]

Capítulo 20

— ¿Por qué nos siguen?— deje de ver hacía tras el auto negro que nos seguía para ver al pelinegro a mi lado.

— En realidad me siguen a mí — rodé los ojos y Nathan solo sonrió sin despegar la mirada del asfalto.

La verdad decir que tenía miedo ante la velocidad en la que este chico manejaba era mentir. Estaba emocionada cuando en realidad debería estar muerta del pánico por lo que fuera a ocurrir si aquellos que nos perseguían nos atrapaban. Mire por el retrovisor y luego por el espejo junto a mi ventana verificando si aquel sujeto que nos seguía aún nos perseguía. Muchos autos estaban en la carretera así que a esta hora de la noche era difícil distinguir cual auto era el causante de que saliéramos de aquella manera del parqué.

Al parecer ya habíamos perdido el auto pero Nathan no disminuyó la velocidad en realidad la aumentó lo que hizo girar a verlo pero sus ojos azules grisáceos estaban sobre el espejo junto a su ventana.

— Mira el camino — gruñi al ver que manejaba sin ver al frente.

— Tranquila, se lo que hago. ¿Crees que es mi primera haciendo esto?

— Te creés Toreto o Brayan — me miró — mira al frente, no quiero morir.

Me mostró una sonrisa ladina y sus ojos de nuevo se dirigieron al frente. Me abracé a mi misma y suspiré, no tenía miedo pero tampoco iba a bajar la guardia y tranquilizarme cuando no sabía en lo que este chico me había metido. Nathan disminuyó la velocidad entró al garaje de algún edificio y parqueo el auto.

— ¿Qué hacemos aquí?

— ¿Quieres seguir huyendo?— negué y me acomode más en mi asiento, sentí de reojo sus ojos sobre mí así que lo miré de nuevo y levanté una ceja — aún me sigues sorprendiendo. Si fueras otra chica estaría muerta del miedo haciendo sus tipicas preguntas.

— Lamento porque me gusté la adrenalina — Nathan sonrió y admito que me gusto ver eso en sus labios rosados.— me vas a decir porque te siguen.

El pelinegro lamió sus labios y pensó por un momento si decirme o quedarse callado.

— Son situaciones familiares. Para tu información mi familia tiene un pasado algo fuerte y aunque no sepa aún quiénes estaban detrás del volante que nos seguía, sospecho de quienes se tratan.

— Pensé que solo te seguían a ti — volvió a reír — y que es ese pasado fuerte. ¿No supieron ocultar un cuerpo?

— No supieron secuestrar a mi madre — dijo sin más y abrí mis ojos — es una larga historia de la que seguramente te aburrirías al escuchar.

— ¿Tu madre fue secuestrada?— eso fue una gran sorpresa ¿cómo podía decirlo tan tranquilo?— ¿por quiénes? ¿Qué querían de ella?

— Solo fue una forma para llegar a mi padre — sujetó el volante y noté como sus nudillos se tornaban blancos por la fuerza — eso fue mucho tiempo antes de que mis padres estuvieran juntos — suspiró — como te dije es una larga historia y lo menos que quiero es meterte en estos asuntos porque no quiero que te pase algo por mi culpa.

Mi corazón saltó ahí mismo sentada junto a él y por alguna razón sentí como si el tiempo se hubiera detenido. Sus ojos estaban sobre los míos y sus palabras habían sonado tan sinceras que hizo que sintiera un vuelco en mi estómago el cual no era náuseas y aunque no supiera con exactamente a que venía comprendía que no era nada normal como tampoco bueno.

— Eso no pasará — sonreí par aliviar un poco los nervios que mi cuerpo en estos momentos estaba sintiendo — se cuidarme sola — le guiñe un ojo — en otro momento voy a querer más detalles sobre tu familia pues como sabes en internet no dice mucho.