La promesa hecha entre nosotros se vio aplazada, sin embargo, no dejaba de insistir en escaparnos para poder cumplirla. Después de nuestro pequeño momento de incomodidad, nos vimos obligados a asistir a dar un recorrido por los alrededores y era claro el desinterés de los menores. Observaba de reojo al castaño quien lucía más alegre que cualquier otro y recordé la emoción que le causa cosas que jamás ha probado. Sujetaba mi mano con fuerza y susurraba a mi oído para después hacerme reír y pese a recalcar cada segundo el baño no podía sacar de su mente la idea de estar en el mismo lugar junto con sus hermanos. Por otro lado, Jungkook se limitaba a caminar lejos de todos y a ignorar las palabras que su madre le decía, a su lado, la mujer que tanto le gusta y desea no mostraba emoción alguna.
Claramente no era un paseo familiar ni de gente que es lo suficientemente cercana como para disfrutar de la agradable vista, sin embargo, la conexión que mi madre logró entablar con los padres del pelinegro era notoria y envidiable. Sonreír al ver lo cómoda que mamá se encontraba y despejé todas mis dudas que tenía a medida que el camino se hacía corto y sin darnos cuenta, sólo faltaban algunos pasos más para volver al sitio que no espera. La mano de Taehyung se posó sobre mi cabeza y despeinó mi cabello para reír y besar mi mejilla, su afecto no me desagrada y extrañaba los momentos en donde se encargaba de hacer lo posible para demostrar el cariño que me tiene.
—Tendremos un gran festín en la noche —comentó l Sra Jeon entusiasmada y sonrió de oreja a oreja al ver la cabaña cerca. —Espero que todo sea agradable para ti, después de todo ha pasado tiempo, ¿verdad? —habló para Taehyung y él sólo se limitó a asentir.
La calidez del interior nos recibía a todos y cada uno se dispersaba por el lugar y en mi caso el destino era el baño. Entré rápidamente a la habitación, tomé lo necesario y antes de poder salir me percaté de que nadie estuviera por el pasillo. Por las voces deducía que mis hermanas al igual que Taehyung se encontraban lejos de mí y una vez di con la puerta, entré. A diferencia de la entrada principal, el frío era notorio y al deshacerme de mi blusa mi piel se erizó al instante, sin embargo, cubrí mi pecho y maldije al encontrarme una vez más en esta situación.
—¡Podrías haber tocado la puerta! —lo vi sonreír, rodé los ojos y maldije nuevamente al darme cuenta que la escena resultaba ser cómica para él. —Por favor vete, estoy a punto de tomar un baño.
—¿Puedo bañarme contigo? —preguntó mientras se desvestía. —No miraré nada, tampoco lo harás —me impresionaba lo rápido que podía ser Jungkook en cuanto hablar y realizar y por mi parte sólo lo observaba y me limitaba a cubrir mi pecho.
—¿Qué te hace creer que aceptaré? —mi paciencia se agotaba y respiraba hondo para no levantar la voz. —En verdad quiero que salgas, Jungkook.
—Bueno, aún permaneces acá cuando pudiste haberte ido en cuanto entré, lo que también me dice que estabas esperando a tener un momento a solas conmigo —abrió la llave y calculó a que tuviera la temperatura perfecta para estar bajo ella. —Además, ya hemos estado en esta situación.
De repente, la salida que tuvimos hacia el motel vino a mi mente, sólo que a diferencia de ahora nos habíamos turnado de tomarla en tiempos diferentes. No comprendí sus palabras hasta que me di cuenta de lo que verdaderamente quería decir. Tomé mi blusa y la puse de nuevo, tomé asiento en el suelo y le vi sonreír; volvía a caer en sus palabras y tomaba sus ordenes sin discusión alguna. Aparté mi vista en cuanto se deshizo de su ropa interior y fruncí el ceño y contemplé su espalda al haber cerrado la llave.
—De verdad es hermosa —atraje mis piernas a mi canto y comenté sin pensarlo. —Tu cicatriz, estoy diciendo que es muy bella, no la vi en el día y ahora que lo hago me doy cuenta que... —me mantuve en silencio por no saber qué más decir.
—A Haneul le desagrada —giró sobre sus talones para verme y agradecí que en medio de la división estuviera una línea la cual se encargaba de cubrir su miembro. —¿De verdad no quieres entrar? —señaló a su lado cambiando de tema, sin embargo, me negué.
De repente, el frío que corría por la rejilla penetró mi cuerpo y me hizo helar al escuchar la voz de ella. Me mantuve en silencio y dejé que ambos conversaran, Jungkook se escuchaba lo suficientemente sereno para no levantar sospecha alguna y por otro lado pese a que no estaba diciendo palabra alguna, sentía que hacía todo el ruido para meternos en un problema. Oí como chasqueaba la lengua a medida que su novia hablaba y rodaba los ojos sin que estos doliesen. La conversación era normal pero pronto se avecinaba una discusión de la cual no quería hacer participe. Pegué un brinco sobre mi lugar al escuchar como la perilla giraba y respiraba con fuerza al no saber qué hacer, quedarme en el suelo y fingir que nada sucedía no era parte del plan pero era la única opción que veía, sin embargo, antes de que pudiera entrar fue llamada por parte de la Sra Jeon y ambos pudimos estar tranquilos.
—Creo que es momento de que me vaya —comenté encogiéndome de hombros sin dejar que respondiera, pero para mi mala suerte a la velocidad de la luz había tomado una toalla y puesto en su cadera.
—¿Por qué me evitas, Hye? —eran pocas veces en donde mi nombre salía de sus labios y el que me llamase me hizo temblar más que la escena de hace unos minutos. —Supongo que merezco una explicación, ¿lo haces porque Taehyung te lo pide? —de repente nos encontrábamos lo suficientemente cerca como para sentir su respiración mezclarse con la mía.
—Estás imaginando cosas, pero creo que en serio debería irme —la rudeza de sus actos lastimaba mi muñeca y al percatarse de mi mirada de dolor soltó la zona y se disculpó. Fruncí el ceño y retrocedí hasta que mi cuerpo chocó con la fría pared al ver a Jugkook dejar caer su cabeza sobre mi hombro y rodearme con sus brazos.
Levantaba mis brazos y los dejaba caer al mismo tiempo en que abría mi boca para hablar y me callaba al no saber qué decir. Todo era silencio, el largo de su cabello caía sobre mí y percibí un dulce aroma. Los vellos de su cuerpo se erizaban pese al poco contacto y pude escuchar los latidos de su corazón. Por inercia correspondí a su abrazo. Su piel blanca como la porcelana me incitaba a verla más a detalle y a trazar líneas sobre ella, la calidez de su cuerpo quemaba todo mi interior y quise correr en cuanto no supe qué hacer. Acaricié su cabello, bajé mis manos hasta sus mejillas y le vi sonreír, una sonrisa amarga mezclada con tristeza. Sus labios rojizos, el largo de sus pestañas y su tez blanca eran admirables.
Suave, tranquilizante y galante. Una mezcla de dolor, un beso con sabor a miel y unos brazos que buscaban fe. Enredé mis brazos alrededor de su cuello y sentí un leve apretón en mi cintura. Escondía su rostro en mi pecho y hacía pequeños sonoros con sus labios, deteniéndose en cada parte y succionar despacio la piel, en cuanto la mancha aparecía besaba nuevamente y subía con intensidad. Mordió con fuerza mi clavícula y cubrió mi boca, la respiración me faltaba y sentí como las lágrimas caían sobre mí. Su rostro era amargo, su alma quebrada y vagando sin rumbo fijo me hizo estremecer. Peinó mechones de cabello y besó repetidas veces mi frente seguido de mis ojos hasta terminar en la punta de mi nariz. Jungkook era fuego, ardía con intensidad y no pensaba con claridad, buscaba amor y aprobación.
No existía manera en detener algo que había iniciado y sin darme cuenta caía lentamente ante los besos de Jungkook.
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mr dick ©jeon jungkook.
FanfictionElla no sólo caería ante sus encantos. -jeon jungkook. -lenguaje vulgar. -contenido adulto. #1 Btskpop. [07.07.20] #1 Jeonggukie. [11.07.20] #1 Jeongguk. [25.08.20] #1 Jungkookbts. [17.09.20] #1 Btsjeongguk. [19.10.20] #1 Jin. [03.12.20]