Creo en el destino

El destino que amo

Jin ling volvió a gruñir mientras seguía siendo embestido contra aquella gran roca. Estaban en una cacería cuando de repente tenía a su esposo levantando su túnica y volteándolo contra aquella fría muralla rocosa penetrándolo sin miramientos.  No entendía que sucedía pero lo disfrutaría.

-A-Yuan!!! gimió nuevamente al sentir a su alfa besando la marca en su cuello.

Sizhui cambió el ángulo al levantar una de sus piernas dándole en su punto favorito.  Jin ling estaba a punto del orgasmo.

-Casi, casi susurró antes de que una fuerte estocada lo hiciera venirse manchando la pared y parte de su túnica interior.

Sintió los chorros de semen de su esposo llenarle mientras trataban de regular su respiración.

Con delicadeza Yuan salió de su omega y lo volteó acariciando su rostro.

-Te amo A-Ling dijo besando sus labios.

Jin ling sonrió pero frunció el seño.

-¿Puedo saber porqué me atacaste de esta manera? preguntó reclamándole mientras Sizhui lucia avergonzado.  Aún así se aferró a su pequeña cintura, esa que pronto perdería su forma.

Su alfa se volvió loco cuando sintió el delicado olor a vainilla junto al aroma de peonías de su omega.

Lo abrazó fuertemente y se ocultó en su marca.

-¿Es qué no lo sientes? volvió a preguntar aspirando su aroma.

Jin ling estaba confundido así que separó a su esposo para mirarle.

-¿Sentir qué A-Yuan? ¿qué sucede? le cuestionó preocupado.

-Tu aroma cambió mi alfa lo notó y se siente posesivo le explicó.

Jin ling seguía sin comprender.

-¿Cómo cambió? ¿porqué? estaba asustado que hubiera algo mal con él.

-A-Ling cariño, estás embarazado le indicó con una gran sonrisa.

El omega llevó su mano a su vientre plano, tanto que lo habían buscado. Durante mucho tiempo soñó con ello.

-¿Estás seguro mi amor, lo estás? preguntó vibrando emocionado de saber que en su vientre se cobija un pedacito del amor de su alfa y él.

Sizhui asintió sonriendo colocando su mano sobre la de su esposo.

-Aquí está nuestro pequeño o pequeña, huele a vainilla.  Lo siento por atacarte de esa manera pero mi alfa no se podía contener le comentó avergonzado besando su frente.

Jin ling lo abrazó con lágrimas en sus ojos.

-Te amo mi A-Yuan, nuestro bebé al fin ha llegado dijo besándolo suavemente.

-Yo también te amo mi amor dijo besando su mano y arrodillándose frente a él para besar su plano vientre con devoción.

Jin ling acarició su cabello mientras pensaba en lo que pasaría de ahora en adelante.

-Hay que dar la noticia le comentó burbujeando de felicidad mientras él se levantaba.

Seguro su tío me romperá las piernas pensó.

Aunque no importa, su felicidad era más grande.  Su peonía estaba en la espera de su primogénito y él ya lo amaba sin conocerle.

El destino lo había premiado el día que conoció a su omega y ahora lo bendecía con su bebé.  No podía pedir nada más porque al fin se sentía completo.  Y ahí con su esposo en brazos hablando sin parar sobre su hijo y todo lo que harán.  Está seguro que el destino existe, porque le dio lo que más ama.