¿Única parte?

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Cómo le jodían las clases no-heroicas.

Era bueno en ellas y las pasaba sin problemas, ni siquiera tenía la necesidad de estudiar la mayoría de las veces, pero al fin, eso no significaba que le gustarían más solo por entenderlas.

Así que luego de haber terminado las clases, se marchó.

La gran mayoría se quedó a clases extra, una sesión de estudio con todo el grupo, pero él no tenía tiempo para sus estupideces de convivencia.

Ahora caminaba rumbo a los dormitorios, con las manos en los bolsillos y una mala postura que acostumbraba tomar cuando estaba molesto.

—¡Heeeey!

Eso hasta que escuchó que le llamaban. Y sabía perfectamente de quién se trataba.

—¡¡Heeey!!

Le habló con más insistencia. Bakugo se dio media vuelta para voltear a verlo y decirle que cerrara la boca, pero al girar no vio a nadie detrás de él.

—¡¿Kirishima?! — Llamó al aire, esperando una respuesta que le indicara en dónde se encontraba.

—¡Sí! — Volvió a escucharlo.

Sí, el sonido provenía de detrás de él, pero más hacia arriba. En el cielo.

¡¿En el cielo?!

¡¿Qué mierda era eso?!

Kirishima, quien parecía más una mezcla extraña de Kirishima con un dragón, volaba en su dirección, en picada. Tenía alas en su espalda, dos pequeños cuernos y una cola de reptil.

¿Era un jodido sueño esto?

¡Bueno, de todas formas, no tenía tiempo en estar pensando en eso! ¡El Dragonshima ese ahora volaba a su dirección!

Bakugo empezó a correr para poder entrar al edificio de los dormitorios, cuando la criatura se le dejó caer encima, tirándolo al suelo. Ahora lo tenía en su espalda, sentado.

—¡Quítate o te mato! — Gritó con una voz más amenazante.

El otro se retiró de su espalda. Katsuki se levantó solo, y la criatura ahora le sonreía mientras movía su cola de un lado a otro. ¿Era un perro o qué?

Bakugo elevó sus manos y las posicionó a sus costados, en su típica pose que demostraba que estaba preparado para la batalla. Se alejó con dos saltos hacia atrás y apuntó con una de sus manos al chico.

—Ahora mismo me vas a responder: ¿Quién mierda eres y por qué te pareces a Kirishima? ¿Qué haces aquí y por qué te me abalanzas? ¿Y por qué mierda tienes cuernos, alas y cola?

El muchacho ladeó la cabeza con confusión, como si no hubiese comprendido sus cuestionamientos, y volvió a tratar de acercársele.

—¡No te acerques! — Amenazó lanzando una explosión.

—Lo he estado buscando, mi rey, estaba perdido.

—¡Eso no responde nada de lo que te pregunté!

Aquel chico con apariencia como la de Kirishima, se puso sobre sus rodillas y desde ellas se acercó al rubio, quien, aunque no dejaba de mirarle, no pudo reaccionar ante lo que hizo posteriormente por la impresión.

Habiéndose levantado una de sus piernas, dejándolo solamente sobre una de sus rodillas, tomó su mano que se extendía hacia él, y la acercó a sus labios para plantarle un beso en el dorso de la misma.

—Perdóneme por haberme separado de usted, mi rey.

La vergüenza se apoderó de él, y el color subió desde sus mejillas hasta sus orejas, tornando su rostro color rojo por un par de segundos.

Collide | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora