ONE-SHOTS DRACO MALFOY

🐍 IV. Tres

Lucius Malfoy estaba frente a tí y tenía toda la intención de lastimar a su propio hijo si no le dabas el horrocrux, Harry, Hermione y Ron se oponían a ello en su totalidad aún así sí eso significaba que lastimara a Draco... pero tú no, Draco era tu novio... O bueno lo había sido por un tiempo, después de la muerte de Dumbledore se habían separado y su situación sentimental no estaba muy clara, lo único claro en ese momento era que Lucius sostenía a Draco del cuello apuntandole con su varita ahí mismo y todos tenían alzadas sus respectivas varitas hacía él.

-Asquerosa sangre sucia dame el horrocrux ya.- sí tú eras quien llevaba el guardapelo.

-_________ no lo hagas.- Harry advirtió, tragaste saliva.

-Padre...- Draco habló a Lucius pero este sujetandolo con más fuerza lo hizo callar, Draco sabía de lo que era capaz su padre y estaba seguro de que si tú no le dabas el horrocrux él le haría daño.

-_________ tenemos que irnos...- Hermione habló a tu espalda. Los Mortifagos estaban por llegar.

-Sueltalo ya...- Hablaste a Lucius.

-El guardapelo a cambio...- los miró a los cuatro.

-No te lo daremos.- Ron habló firme con su varita alzada.

-Somos cuatro y tú sólo uno... Baja la varita y sueltalo ya...- lo miraste, la determinación con la que hablabas era notoria y demandante, Lucius apretó los labios.

Los miró de nuevo a todos.

-El horrocrux... Contaré hasta cinco...

-Y yo hasta tres...- Draco te miró -Sueltalo ahora.- Lucius apretó los labios, que tú le hablaras de esa manera le rabiaba, una mocosa adolescente sangre sucia.

-¿De verdad crees que le importas Mudblood? Draco sólo se divertía contigo en ese aburrido colegio, mi hijo jamás estaría con una asquerosa sangre sucia como tú... Niña ingenua...- el asco con el que te hablaba era solo una representación de todo lo que Lucius sentía en especial por tí.

Sin embargo lo hizo, de apoco bajó la varita, soltó a Draco, el chico camino hacia tí y sin bajar tu varita con tu mano libre tomaste su mano, apenas y los cuatro se tocaron desaparecieron del lugar para aparecer de nuevo en Londres en una avenida muy transitada, las luces de Navidad inundaban las calles haciendo un ambiente hermoso, apenas y estuvieron a salvo Draco y tú se abrazaron, las ganas de llorar eran inmensas, estar en sus brazos jamás se sintió tan bien como en ese momento, tanto tiempo separados sin saber nada el uno del otro.

Lo miraste revisando que estuviera bien, él hizo lo mismo contigo de manera desesperada.

-Eso fue tan estúpido...- te tomó del rostro y te miró a los ojos, juntó su frente con la tuya.

-Nunca hubiera dejado que te hiciera daño...- el frío provocaba que cada vez que hablaban un vapor saliera de su boca, lo tomaste del cuello para acercarlo a tí y lo besaste, la necesidad de ese beso era tan fuerte y lleno de amor que incluso Hermione sintió un vuelco, había sido una escena tan conmovedora, miró a Ron quien apretó los labios y la miró.

-Gracias...- negaste, -Por un momento pensé que le creerías...- volviste a negar.

-Tú no eres como él, jamás serás como él...- acariciaste sus mejillas. Draco juntó su frente con la tuya, era lo más arriesgado que alguien había hecho por él, su voz aún se encontraba quebrada y exitada, había sido un momento que de verdad había temido.

-Fuiste tan valiente... Te amo...- tragas saliva, miras sus ojos.

-Te amo.- y es que no había nada en el mundo a quien amaras más.

-Chicos...- Harry quién se había mantenido viendo la escena como los otros dos habló por primera vez, entonces recordaste que estaban con ellos, la atmósfera en donde sólo Draco y tú existían se desvaneció, recordaron donde estaban. -Tenemos que irnos.- Draco te abrazó y asintió al igual que tú.

Malfoy miró a Potter, esa era una especie de tregua, Harry asintió.

-Bien, primero busquemos un lugar seguro, segundo... Una vez ahí pensaremos como destruirlo.- Hermione fue la segunda en hablar, miró el guardapelo que aún colgaba en tu cuello.

Se pusieron en marcha.

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