Cambios

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Kenma abrió los ojos, su respiración se empezó a agitar, sentía como si se estuviese ahogando -Rei~-.

Le pasó la prueba a la chica, quien apenas la vio se quebró en llanto.
Kuroo se sintió exaltado, no podía creer lo que estaba pasando.
Kenma olvidó su malestar, se tiró de la cama y solo acató a abrazar a la chica, quien se encontraba llorando en el suelo.
-Perdóname, por favor perdóname, esto es en gran parte mi culpa-. Decía Kenma mientras respiraba agitado, sus ojos se empezaban a llenar de lagrimas y la voz se le empezaba a quebrar.

-Kenma... no puedo tener un hijo ahora ¡¿Qué voy a hacer?!. La chica sollozaba. -No se como van a reaccionar mis padres, no es normal ir a un campamento y volver embarazada ¿Qué se supone que haga ahora?-.

-Cállate, no hables como si esto solo te fuese afectar a ti-. Kenma sonaba molesto.
-Deberíamos ir al hospital, debes hacerte el examen correspondiente para saber si todo está bien, además, independiente de que estés embarazada, no me explico lo intoxicado que estoy-. Dijo serio mientras se secaba las lagrimas.

-Sabes, yo no puedo tener un hijo ahora, pero supongo que no hay nada que hacer, así que haremos lo siguiente-. Kenma estaba hablando muy francamente, Kuroo se sentía impresionado por lo maduro que era para su edad.

-Iremos por la prueba que nos den en el hospital para contárselos a nuestros padres, no hay mucho que podamos hacer solos Rei-. El tenía claro que solo eran dos adolescentes de apenas 17 años.
-Luego, simplemente no lo se, no tengo idea de como es el proceso y la verdad es agobiante pensarlo, pero ya nos pasó-. Se notaba que el chico estaba desanimado y preocupado, pero sonaba muy tranquilo en ese momento.

Rei solo lloraba, estaba acurrucada en los brazos del chico quien aparentemente se sentía mejor.

-Kenma, no se si pueda ser mamá, sabes, sólo nos conocemos desde el campamento, tener un hijo... es cómo... Tengo mucho miedo-. La chica se aferraba a el. -Realmente no te conozco, ni siquiera se que sientes por mi, se que me quieres pero... Tu~ tampoco sabes como soy yo, que costumbres tengo, son muchas cosas. Uno se pasa buscando a la persona ideal toda una vida ¿Qué pasa si no soy ese alguien para ti?¿Que pasa si no te gusto de verdad o si no me soportas?-.

-Pues... supongo que debí haber pensado en eso antes de acostarme contigo. No te diré que lo hice, pero supongo que no me molesta. Rei, jamás me ha interesado tener novia, hijos o casarme, pero supongo que si esto pasó simplemente hay que aceptarlo-. Kenma hizo una pausa y levantó el mentón de la chica para que lo viera.
-No tenemos porqué gustarnos, yo te quiero y te aprecio al igual que tu a mi, si tenemos un hijo y formamos una familia, podemos amarnos como una familia y no como una pareja ¿somos amigos no? solo debemos querernos como tal-. El chico miraba con dulzura a Rei, realmente la hacía sentir en paz.

La chica se puso de pié -Está bien, Vayamos al doctor-. Dijo secandose las lágrimas.
-Debo ir a casa a buscar mis documentos, juntemonos en la parada de buses en 35 min ¿si?-.

-Está bien-. Dijo Kenma.

La chica se lavo la cara y luego de eso se fue para dirigirse a su casa. En cuanto la chica cerro la puerta, Kuroo y Kenma se encontraban solos en la habitación, en cuanto ella salió Kenma miró al mayor con sus ojos inundandose en lagrimas.

-Kuroo~... -. El menor comenzó a llorar hiperventilado.

El mayor tenía los ojos cristalinos, se sentó en el piso y lo abrazó. -Tranquilo, todo estará bien-. Intentó acogerlo.
Kenma no respiraba bien, sollozaba, ahora era él quien se aferraba al mayor.

-Estoy aterrado, no puedo... no puedo, Kuroo realmente no puedo hacer esto, no quiero, tengo mucho miedo-. Kenma gritaba y se limpiaba las lagrimas que empapaban su rostro, se tapaba los oídos, como si no quisiera escuchar nada de lo que estuviese pasando.
Kuroo solo podía intentar acogerlo y darle apoyo, entendía que no podía hacer nada y se sentía impotente.

Me enamoré de una chica extrovertida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora