El Príncipe Y El Anhterio (RAVNWOONG)

10

Primera carta.
Diez días habían trascurrido para que pudieran llegar a las manos del chico.

"Querido Kim YoungJo, me complace informarle la respuesta que obtuve por mis padres. Los reyes Jung.
Realmente no estoy segura si esta carta estará en sus manos, o de que sus ojos estén leyendo mi escritura. Debido a que mis padres, se ofendieron muchísimo al escuchar que me negaba al matrimonio forzado.

Confesaron que todo lo tenían planeado, desde hace años atrás. Tus padres, los reyes Kim y los míos. Son secuases de esto.
Así que, queda de pie nuestro plan.

Estaré encantada de conocerte mejor."

-Jung DaSol♡

-Joven Kim. ¿Qué es lo que planean usted y la señorita Jung?.-Preguntó aquel mayordomo, al terminar de leer aquella carta que les había llegado.

-Secreto, es un secreto entre comprometidos.

-De acuerdo joven Kim. Le recuerdo que esta tarde antes de que oscurezca, usted, su padre. Y algunas personas más saldrán fuera del pueblo.

Escuchar aquello le llenaba de mucha alegría, no podía creer que de nuevo saldría del castillo. Por lo cual entusiasmado se dirigió de prisa a su habitación, llamando a alguna mujer que trabajará para él y le vistiera lo mejor posible, pues quería dar buenas impresiones sin importar el sitio al cual se dirigiera.

Tras pasar algunas horas más, el rey golpeó levemente la puerta de madera que llevaba la recámara del joven príncipe.

-¿Estás listo?.-Preguntó abriendo delicadamente la puerta y ver a su hijo.-Esas prendas no son adecuadas para el sitio al cual nos dirigimos. Hee, por favor, cambiarlas a unas para cacería.

-¿Cazar?

-Sí hijo, nos vamos al bosque. Pondremos a prueba tus habilidades de cacería.

Dicho aquello se marchó dejando a su hijo solo, con aquella sirvienta que comenzó a sacar las ropas adecuadas.

La felicidad del chico se había esfumado, como el vapor que sale del agua caliente.
Su rostro no emanaba felicidad alguna, recreaba todo lo contrario. Cosa que no era para nada linda proveyendo de un príncipe.

Él, junto a su padre y otras personas reales que no conocía tomaban rumbo al bosque, cada uno en su equino.

-Llegamos.

Todo el camino había ido con la cabeza abajo, en el momento que escuchó esa palabra. Lentamente levantó la mirada logrando ver lo verde que se encontraba aquellas tierras naturales, sin duda era hermoso.
Aquel ser vivo que no habla, que no se mueve por sí solo, aquel que no molesta a los demás. Era hermoso. La naturaleza, los verdes cedros, los pinabetes, e incluso aquellos insectos que disfrutaban de la naturaleza.

-¿seguros de que vamos a cazar aquí? Todo es tan verde y muy lindo.

-A unos cuatrocientos metros de aquí, hay una laguna. Es impresionante.

-Padre. Anhelo con ansias, poder ir a conocer la laguna. De seguro es increíble.

-Young Jo. No venimos a hacer un picnic. Concéntrate.

-¿Concentrarme? ¿En qué?-susurró para él mismo, debido a que sabía que sí su padre lo escuchaba hacer esa pregunta. Se enfadaría. Por lo cual, decidió quedarse en intriga y observar, como el cazador estaba alerta. Al igual que su padre y tripulación.