Drabbles Iwaizumi x Oikawa

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Parte 1

Su cuerpo dolía. La luz del sol se había filtrado por las cortinas, directo a su vista. Sólo deseaba dormir un poco más. Haría como que seguía durmiendo aludiendo a los infaltables "5 minutos más mamá", ya sea que su madre o Iwa-chan lo sacudieran para despertarlo.

—Ya es tarde — Escuchó una voz aguda. Inmediatamente sintió como jalaban con relativa fuerza sus sábanas.

—Sólo un poco ma...s? — Había algo raro. su voz sonaba demasiado suave. No, no era eso. Era aguda, casi como un tono cantarín una octava por encima de su sonido habitual. 

Alarmado tocó su cuello, pero el camino de su brazo se vio interrumpido por un par de bultos suaves alojados en su pecho. 

—¿Qué es esto? — Bajó la mirada asustado. El borde suave de la seda dejaban ver las curvas características de un busto femenino. "¿NO PUEDE SER, SON TETAS?"

—¿Qué es qué, señorita? — La persona que lo había despertado, le dirigió la palabra muy respetuosamente, muy confundida con su comportamiento.

Oikawa dio un salto fuera de la cama viendo por fin, a la doncella parada a un costado aun con rostro confuso. Completamente azorado, fue corriendo hasta lo que reconoció como un espejo al lado de un tocador enorme. No podía creer lo que sus ojos veían.

ERA UNA CHICA

No solo eso, su apariencia, distaba completamente de Oikawa Tooru. Sus rasgos definitivamente eran occidentales. Grandes y expresivos ojos miel mientras su cabello parecía una peluca arruinada de una tienda de segunda en Halloween. Naranja zanahoria.

Evitando hiperventilarse, respiró con calma y recordó los sucesos anteriores antes de despertar esa mañana en lo que era un cuarto amplio, con mesas y sillas talladas en un diseño victoriano muy de moda en la época de 1700. No se había fijado pero la muchacha que lo despertó traía un vestido negro y largo, contrastando con el mandil blanco de volantes.

-¿Señorita Berrycloth? ¿Se encuentra bien? - La mucama se veía claramente consternada, aun dudando en llamar o no un doctor. 

Oikawa sonrió por un rato "¿Quien podría tener un nombre tan tonto como ese?" Aunque le sonaba extrañamente familiar. ¿Este era un sueño? Intentó pellizcarse la mejilla sin éxito. Luego se tocó los senos, amasándolos en frente al espejo y por ultimo bajó la mano hasta la pelvis dando palmaditas huecas. En efecto, Oikawa Junior había desaparecido completamente y podía confirmar que era una mujer en toda regla. 

—Estoy muy bien — dijo luego de unos minutos intentando controlar su voz. Ignoraba si en algún momento despertaría pero por ahora seguiría la corriente. O al menos lo suficiente hasta descubrir más. Eso era lo que hacía, analizar.

—Si es así, aun tengo que prepararla para el evento de esta noche.

—¿En la noche? — Miró a través de la ventana. Juraba que acababa de amanecer, ¿Por qué tanta premura para un evento?

—Si, ¿No me diga que lo olvido? ¿En serio está bien? — Iba a contestar hasta que fue interrumpido  —Hoy se anuncia su compromiso con el príncipe Arthur Bytheseashore, señorita.

Todas las fichas cayeron en su lugar.

No le permitieron desayunar. "El ayuno limpia el alma y mantiene fuerte el espíritu" dijo la mucama con un sonrisa mientras él en el interior chillaba de odio. No comer en sí fue una tortura, pero lo peor vino después, varias otras doncellas aparecieron y prepararon el agua caliente para el baño. Fue desvestida y luego hundida sin delicadeza para que varias manos empezaran a tirar de ella y a fregar contra su piel hasta quedar casi al rojo vivo, tanto que podía contrastar fácilmente con su cabello que también fue lavado con productos extraños que olían como las cremas de su mamá.