Capítulo 8.

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Primer día de U.A. El mejor lugar para ser un Héroe exitoso.

Akadenne aún recordaba la linda manera de su madre para desearle suerte; muchos besos, abrazos, y llorar como si fuese a la guerra. De verdad que amaba a su madre.

Buscaba su salón correspondiente, 1-A.

En el camino, se topó con Kano a punto de abrir la puerta. No dijo nada, no estaba segura de caerle bien, y tampoco le interesaba.

Sin embargo, Kirishima sí notó su presencia detrás de él.

—¿Tú de nuevo? —Midoriya. no respondió. Kirishima sonrió— Estando los dos juntos, estoy seguro de que veremos quien de los dos es mejor.

—De acuerdo.

Midoriya era casi la última; los compañeros parecían conocerse entre ellos, pero ella no estaba interesada en hablarles, prefería descansar hasta que el profesor llegara.

Hasta que una cabellera le llamó la atención.

Unos puestos más adelante, estaba la misma pelusa del día del examen de recomendación. Aquél que se parecía extremadamente a su madre, pero de ojos celestes.

—¡Muy buen día, chicos! —cuando estaba dispuesta a hablarle, la profesora apareció por la puerta—. Espero que estén bien, yo lo estoy. ¡¡Seré su profesora por los tres años!! Soy Rumi Usagiyama.

—¡Heroína Conejo: Mirko! —exclamó aquél chico peliverde— Fue Heroína Número Seis una vez, ¡y Cuatro también! Ayudó bastante en la guerra de Liberación; ¡¡y fue uno de las Héroes femeninos más fuertes del mundo!! —sus compañeros quedaron impresionados por lo dicho.

—Me alagas, gracias —sonrió aún más—. ¡Y aún sigo siendo una de las más fuertes!

—¡Por supuesto!

Luego de que el ambiente se calmara, Usagiyama empezó a hablar sobre su clase.

—Por lo que tengo entendido, todos en esta clase son hijos de Héroes profesionales por decisión del directos. ¡Eso quiere decir que su comienzo será más duro que una clase normal!  —la mayoría tragó saliva— Empezaremos con un combate cuerpo a cuerpo.

—¡¿Tan pronto?!

—¿Tienen miedo...? —nadie respondió. Akadenne estaba que se quedaba dormida— Los que pierdan serán expulsados, y serán unos cuantos —eso la despertó.

—¡¿QUÉ?!

—¡¡¡Eso es injusto!!!

—Haciendo cálculos..., ¡sacará a diez!

—¡¡¡Bienvenidos a la U.A., mocosos!!! —parecía que disfrutaba de verlos sufrir— Vayan más allá, Plus Ultra... ¡Corran por sus uniformes deportivos!

Luego de un maratón, todos ya estaban en la área de entrenamiento.

—¿Algún voluntario? —Akadenne levantó la mano, llamando la atención de todos—. Midoriya, ¿no? ¿Contra quien quieres ir?

—Contra Kirishima Kano —el mencionado sonrió.

—¿Quieres? —Kano asintió— Una batalla de rivales, ¿eh? Me encanta. ¡Vayan al centro y den lo mejor!

Ambos Alfa se dirigieron a al la arena, que solo era un cuadro remarcado con tiza, bastante lejos del público. Ambos se pusieron en posición, y cuando Mirko indicó, atacaron.

Kano iba a usar explosiones, pero nada salía de sus manos. No entendió.

—Al parecer, tus explosiones son bastante débiles contra mi —empezó hablar Akadenne, con las manos en su bolsillo—. ¿Acaso tienes una enfermedad con tu Singularidad? ¿Algo que lo debilite? El de un niño de diez años sería más potente.

Aún Te Amo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora