Cap. 3

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-Entonces, por cuánto tiempo te vas a quedar?-

-Hasta que te hayas recuperado.-

-Pero ya escuchaste a los doctores, solo fueron unos rasguños, saldré mañana.-

-Entonces me quedaré hasta mañana, no hay ningún problema, puedo esperar.-

Después de lo sucedido hace dos días me internaron a un hospital porque según la gente que me rodeaba comencé a decir tonterías debido al "shock" causado por la sorpresa que me lleve ese día, todo fue camuflado como un simple atentado, qué desgracia... Aunque esté pasando la noche aquí no me siento seguro, pero después me dí cuenta que la noticia de mi pequeña desgracia fue a los oídos de mis compañeros, muchos de ellos me visitaron pero quien de quedó a mi lado fue Alessio, la verdad que está bien que me acompañe pero no toda la noche, en mi insistencia pareció firme y difícil de hacerle cambiar de parecer, pero no voy a pelear más.

-Cómo fue que te paso esto?- Dijo - Pudiste haber muerto.-

-Yo tampoco sé cómo pasó, lo único que recuerdo es que estaba en un juego y de repente... Todo se volvió oscuro.- No tenía por qué decirle la verdad o lo tomaría como una broma.

-perdiste la memoria, no te preocupes, no es grave, nadie te va a presionar a que recuerdes, ese mal momento, tampoco viste nada extraño y dudo mucho que al criminal.- Esta vez me mostró una sonrisa para animarme.

En cambio yo no le devolví el gesto, yo no perdí la memoria! Lo recuerdo, lo ví con mis propios ojos! Ese maldito estaba ahí! No puedo creer que ya sepa que estoy aquí, pero cómo, cómo me entró? Llevo un año sin saber lo que fue de mi vida hace mucho tiempo, me alejé de todo lo que me relacionaba con ellos, estaba feliz de escapar, huir de sus garras pero... Otra vez volví con ellos y ahora no sé que hacer.

-Supongo que está bien, no quiero recordarlo, fueron momentos de terror cuando la gente desapareció, no creí que sería un sobreviviente... Vaya... Que privilegio es tener suerte.- Cabizbajo apreté mis puños temblorosos. -De Todos modos, ya no hay de qué preocuparse verdad? Dijeron que iban a asegurar las calles y habrían patrullajes las 24 horas del día, no?-

-No estés tan seguro.- Dijo en un tono serio que me hizo saltar de la cama por miedo. -El patrullaje puede ser todo el día pero la pregunta es, por cuánto tiempo? No se sabe si cumplirán pero lo que sí sé es que empezarán una investigación para encontrar al causante de tal crimen.-

Lo dudo mucho, si lo dices de esa forma pienso que tienes esperanzas pero es mejor no decirle nada o tal vez sí.

-Si de algo aprendí es a vivir, si mi vida corre mucho riesgo me aferro a ella aunque tenga que resistir este dolor... Que por un momento creí que sí moriría, no te voy a mentir.- Olvidé decirlo, mi cuerpo recibió un gran daño después de chocar contra la pared o lo que sea que estaba atrás mío, era un espejo? Con razón tengo tantos rasguños.

-No hablemos de eso ahora, vengo a darte buenas noticias para animarte.- Ya lo presiento. -Disfrutaras de unas lindas vacaciones hasta que estés recuperado del todo.-

-Oye, qué felicidad, ya me siento mejor.-

-Tu sarcasmo me duele, vengo del trabajo a darte esta noticia y me recibes así? Eres poco agradable, sabes?-

-Lo siento, desconfío mucho de las personas, mi pasado tuvo mucho que dictar para ser como soy ahora.-

Ah, no importa, después de todo voy a perder mi tiempo si continúo explicándole.

Ese día pasaría muy rápido como los otros, no me importa estar mucho tiempo en el hospital, ya me he acostumbrado...

Después de unas hora me dijeron que podía irme, me sentí feliz y a la vez extraño, no entiendo, pero mejor me guardaré mis preguntas para después, podía volver a casa y descansar, vamos, no es tan malo, recordemos que estar en tu hogar es mejor que otro sitio, soy un ermitaño de corazón.

Luego de una larga carrera por la carretera, sí, valga la redundancia llegué a mi casa, por fin pude descansar en mi cómoda cama, pero no por mucho tiempo, escuché el tono de mi teléfono que me sacó de mi sueño ye levanté arrastrando mis pies a atender.

-Bonjour ... Qui parle? ...- Restregue mis ojos quitándome el sueño que tenía.

Para mí suerte nadie contestó otra vez, no me importa, otra vez estoy muy adolorido y no me conviene entrar en peleas, dejé de nuevo el teléfono después de colgar.

Una broma, solo una broma.

Iba de vuelta a mi habitación cuando escuché ruidos afuera de mi puerta, me atreví a acercarme a la puerta y abrir con confianza, era una anciana, la vecina del piso quinto, tal parece estaba moviendo sus macetas otra vez, lo curioso es que solo eran cactus con flores rojas pequeñas.

Tenía la puerta apenas abierta viéndola y como si nada hasta que ella soltó una risa llamándome.

-Jeune ... Jeune ... Viens ici.- Me había dicho que me acercara y yo tímidamente lo hice.

Hablamos poco porque no sabía el idioma perfectamente, estoy contento y ahora animado, ayudé a la señora a hecharle un poco de agua a cada una de las macetas, suspiré tranquilamente y mi recompensa fue una maceta, sí, con un cactus...

-Merci ... Merci beaucoup Madame ...- Le dí las gracias cómo era debido y ella me dió el adiós con una sonrisa.

Volví a mi casa con la planta y la dejé en la ventana, estoy feliz... Muy feliz de mi maceta... Je...

-Los cactus no son lo mío, no sé cuidarlos...- De verdad..

Con veinti tantos años yo no sé cuidar uno de estos, sé que no toman mucha agua pero CÓMO se supone que voy a hacer esto?!

No importa, no importa...

Bien, llegó la hora de volver a mi habitación, vamos, no he dormido mucho desde que llegué o más bien... No he dormido nada..

Volví a mi habitación, caí en la cama y me dormí, estoy muy adolorido, no puedo si quiera volver a levantarme, me dolía el cuerpo, solo espero que todo esto pase...

Por fin, dulces sueños...

Cuánto tiempo pasó...

Me había despertado otra vez pero ya no había sol, estaba acompañado de la luz de una lámpara y el cielo se había tornado de negro tirando a sus azulejos y violetas, wow era de noche, que buena deducción Sherlock Holmes...

Me levanté a regañadientes y agarré mi teléfono mirando la hora, era media noche, sorprendente para mí...

Dije luz? En qué momento?

Volteó y a mis espaldas estaba mi pequeña lámpara al lado de mi cama encendida, qué extraño, si era de noche, nunca pude encenderla, a menos que sea sonámbulo, es lo de menos~

-Todo tiene explicación no? Como dicen hoy en día, la ciencia.- Me puse mis zapatos de casa y salí de mi habitación, al parecer la única luz encendida era la de mi habitación ahora, afuera todo estaba muy oscuro.

Vamos, tengo mi teléfono, encendí la linterna y listo, luz para mi camino.

-Ah... Qué sueño...- Iba caminando con los ojos entrecerrados, no tenía idea donde estaba pisando, estaba muy oscuro.

-Ah!... Mierd*!... Estúpido! Abre tus ojos al caminar..- Me regañaba después de chocar contra un mueble.

Mi culpa lo sé, no debo caminar con los ojos cerrados, bueno...

-Ah... Cómo duele...- Encendí las luces de vuelta, ahora tocaba mi pierna justo el lugar donde me dolía mucho, que dolor.

Pero ahora la pregunta del millón, por qué no había ruido? Tengo una vecina que es más joven que yo y todas las noches suele hacer su cine en casa.

Estoy bromeando, no preocupa, tal vez se cansó, no me importa, solo volveré a la cama pero iré primero a tomarme una taza de café.

Mi otro yo 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora