Steve
Natasha se quedó callada.
―Respóndeme.
Sabía que lo estaba pasando mal, que ella nunca se había visto como madre y que toda esta situación la sobrepasada. Pero incluso para ella era demasiado rastrero haber tenido la intención de abortar sin hacerme conocedor de la noticia. Quería creer que había sido en un momento de bajón cuando había contemplado esa decisión, pero...
―No lo sé.
―Sí lo sabes. Tú nunca dejas nada al azar.
―¿Entonces por qué sigo embarazada?
Ignoré su pregunta.
―¿Llegaste a intentarlo?
―No. El embarazo ya estaba demasiado avanzado y ninguna clínica realizaría el procedimiento.
―Pero te lo seguiste planteando ―recordé entonces las palabras de Helen y lo comprendí―. ¿Te pusiste en riesgo para forzar un aborto?
Esas palabras dichas en voz alta me hicieron estremecer. Yo aceptaba que cada mujer fuese libre de escoger si quería o no seguir adelante con el embarazo. Pero escondérselo al padre y ponerse en riesgo a una misma...
―Es complicado... ―Natasha se cruzó de brazos y rehuyó mi mirada.
―No, no lo es. ¿Sí o no?
―Sí ―murmuró―. El día que fuimos a la misión con James y Sam recibí un par de golpes que provocaron un sangrado esa noche. Hubiese podido abortar debido a la hemorragia. Pero... ―suspiró y empezó a caminar por la habitación, como si se sintiese como una leona encerrada― Pero cuando vi la sangre corrí a urgencias. Pensé...
Sus palabras me sentaron como un jarro de agua fría.
―¿Qué?
―Pensé que nunca me perdonarías si abortaba.
Me pasé una mano por el pelo y le di la espalda.
―¿Te perdonarías tú?
Ella no respondió a mi pregunta. Quizá Natasha no quisiese al bebé, pero sabía que no podría vivir con la culpa de haber abortado. No solo por mí, sino por ella. Algo en mi interior me decía que sería como un asesinato para Natasha, pero no llegaba a comprender la profundidad de ese pensamiento. Ella era tan complicada... Había momentos en los que quería irme y no mirar atrás y al instante deseaba abrazarla. Era la única que me sacaba de mis casillas.
―No ―respondió. Me giré a mirarla y me sorprendí al verla llorando a lágrima viva―. ¿Por qué estoy tan jodida, Steve? ¿Por qué soy tan mala persona?
Se secó las lágrimas con rabia y yo intenté acercarme, pero retrocedió.
―¿Por qué piensas eso?
―Porque cualquier mujer amaría tener un hijo con una persona como tú. Muchas mujeres simplemente amarían la oportunidad de tener un hijo. Y yo lo estoy rechazando todo. Una y otra vez. No me merezco si quiera llamarlo mío, no cuando me produce tantos malos sentimientos el hecho de tenerlo dentro.
¿Por qué sentía que esta estaba siendo nuestra conversación más dura y dolorosa? Mucho más que nuestra ruptura. Ni siquiera yo mismo estaba teniendo tiempo de procesar toda la información que ella me estaba ofreciendo.
―Creo que tú no eres como las otras mujeres ―me acerqué un paso―. Tú eres una espía, una Vengadora, que está expuesta a muchos peligros y conoce las responsabilidades y los riesgos de ser quien es ―otro paso más―. Además, has sufrido mucho durante tu niñez y adolescencia y nunca has tenido una figura materna o paterna... Creo que nadie más que tú ha pasado por todo eso ―di un tercer paso que me dejó a escasa distancia de ella―. Pero sé que puedes hacerlo.
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Abre los ojos - Romanogers
FanfictionUna relación puramente sexual entre Steve y Natasha nunca hubiese salido bien. Y ella lo sabía. Por eso se marchó. Lo que ni en sus sentimientos más oscuros esperaba eran seis pruebas positivas de embarazado y un claro pensamiento: ella no quiere se...