O1

5.9K 750 292
                                    

Realmente... ¿Estaba enamorado? ¿O era una simple y bizarra confusión? Fuera lo que fuera, no quitaba el hecho de sentir esos extraños nervios cada que Kaidou se le acercaba, ese revoltijo en su estómago cada que lo abrazaba o le sonreía, cuando toda su atención estaba dirigida hacia él.

No era sorpresa que Saiki Kusuo, el gran psíquico prodigio, fuera un inexperto en el amor. Y según él, era la primera vez que se sentía de tal forma, era una sensación indescriptible. Por eso estaba tan desesperado, tratando de buscar una solución para dejar de sentirse atormentado por ese tema.

Quizás... ¿Decírselo directamente? No, eso podría ser un problema a futuro. Probablemente Kaidou tenga que alejarse definitivamente de él por pensar que es raro, o viceversa.

O qué tal... ¿Dándole indirectas? No, sabía lo lento que solía ser Kaidou.

Sus dudas y pensamientos no tan positivos (que eran inevitables) no lo dejaban concentrarse.

También tenía la opción de hacerle cartas anónimas, por más cliché que sonara. Pero Shun era una persona muy nerviosa y desesperada, lo que menos quería era provocarle una sensación negativa. Además, creería que provienen de la Unión Oscura.

Yare yare.

Suspiró, tallando sus ojos, cansado de la situación. Hasta que recordó algo que su amor platónico le había contado.

A Kaidou le gustaban los gatos, pero su madre no le dejaba tener uno, ya que según ella, sería una distracción de sus estudios.

Así que se le ocurrió una idea.

Con uno de sus tantos poderes, pudo transformarse en un lindo gato blanco. Conservaba sus característicos lentes verdes, y ahora llevando un collar rosado con antenas. Por sus características se notaba de quién se trataba, pero no creía que Kaidou se diera cuenta.

Esto sería interesante.

Gatito, gatito. [Saiki x Kaido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora