𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭]

12 | Before Of The War

lix. antes de la guerra

Lu

LA SEÑORITA O'LEARY era la única que parecía contenta con la ciudad dormida.

La encontramos poniéndose morada en un carrito de perritos calientes volcado. El dueño se había hecho un ovillo en el suelo y roncaba con el pulgar en la boca.

Argos nos esperaba con sus cien ojos abiertos como platos. No dijo nada. Nunca dice una palabra. Supongo que será porque tiene un ojo en la lengua, según dicen. Pero su expresión dejaba en claro que estaba asombrado.
Le explicamos todo lo que habíamos descubierto en el Olimpo, y que los dioses no pensaban acudir a salvar la ciudad. Argos, disgustado puso los ojos en blanco, lo cual resultaba bastante psicodelico porque hacía que todo su cuerpo se retorciese.

-Será mejor que vuelvas am campamento - dijo Percy

-Tendrás que defenderlo, lo mejor que puedas - dije -. Sabemos que eres el más indicado para eso

Nos señaló y alzó las cejas con expresión inquisitiva

-Nosotros nos quedamos - respondí

Argos asintió, como si la respuesta le pareciera satisfactoria. Miro a Annabeth y trazó un círculo en el aire con el dedo

-Si - dijo ella -. Ya va siendo hora.

-¿De qué?

-Si, ¿hora de que? - pregunté intrigada

Argos revolvió en la parte trasera de su furgoneta, sacó un escudo de bronce y se lo entregó a Annabeth. Parecía normal y corriente: el mismo tipo de escudo redondo que utilizábamos para capturar la bandera. Pero cuando Annabeth lo depósito en el suelo, su bruñida superficie metálica dejó de reflejar el cielo y los edificios circundantes y mostró la estatua de la Libertad... que no estaba cerca ni mucho menos

-¡Vaya! - exclamó Percy -. Un vídeo-escudo

-Genial - dije asombrada -. Yo también quiero uno

-Una de las ideas de Dédalo - dijo Annabeth -. Conseguí que me lo hiciera Beckendorf antes de... - Le echó una mirada a Silena-. Hum, en fin, el escudo desvía los rayos del sol o de luna procedentes de cualquier parte del mundo para crear un reflejo. Puedes ver literalmente cualquier objeto que se encuentre bajo el cielo, siempre, eso si, que lo toque luz natural. Miren

Nos agolpamos alrededor mientras Annabeth se concentraba. La imagen se movía y giraba deprisa al principio, y casi me daba vueltas la cabeza al mirarla. Primero mostró el zoo de Central Park, luego descendió por la calle Sesenta Este, pasó por Bloomingdale's y dobló en la Tercera Avenida

-Definitivamente quiero uno - comenté

-¡Hala! - exclamó Connor Stoll -. Retrocede un poco. Enfoca ahí.